Preservar la vegetación es parte de la ley venezolana, por lo que toda poda injustificada es un delito ambiental.
Hay diferentes casos donde se puede talar, podar o trasladar, siempre y cuando sea autorizado por las autoridades municipales.
El Ministerio de Ecosocialismo es el único ente que puede autorizar la poda, tala o traslado de una especie protegida.
Tal y como el caso del samán que fue reubicado en el parque El Cigarral en El Hatillo.
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La Alcaldía aseguró que ellos no manejaron la tala y traslado del árbol que tiene más de 100 años, sino fue una orden directa del Ministerio de Ecosocialismo.
De acuerdo a los reportes, el samán estaba afectado por una enfermedad llamada “guatapajarito”, por lo que fue podado antes de trasladarlo.
Donde solía estar el samán se tiene previsto levantar una Ciudad Traki.
Cabe destacar que para talar o mover un árbol se realizan varios estudios y se estudia la situación.
El ambientalista Mauricio Figueredo destacó a 2001 que solo se autoriza si la vegetación pone en peligro el espacio donde se encuentra.
Se analiza si la vida de varias personas o de una edificación está comprometida por la presencia del árbol.
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Leyes protegen a la vegetación
Tanto la Ley de Bosques como las ordenanzas municipales se establece que las talas se autorizan una vez que se compruebe que el árbol está en peligro por vejez o enfermedad.
Esto también se aplica para el traslado de una especie en caso de que el lugar donde se encuentra está infectado.
Figueredo asegura que siempre que se lleve a cabo uno de estos procedimientos se deben reponer entre 8 y 10 ejemplares de esa especie en espacios sanos.
Especies protegidas
Además del samán, en el país hay otras especies protegidas.
La tala y poda de ellas está prohibida.
Entre estas especies se encuentran el araguaney, caoba, jabillo, de acaparo y cedro.
Hay plantas que también están protegidas, como la orquídea y la heliconia.
Algunos estados cuentan con árboles que no pueden ser destruidos, en el caso de Caracas es la ceiba.
La abogada Carolina Meza, especialista en derecho ambiental, señaló a 2011 que, dentro de su estatus como especie protegida, tampoco pueden ser destruidas o comercializadas.
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Las leyes venezolanas puntualizan que cortar, talar o destruir un bien protegido, se pena con un mínimo de 2 meses.
La pena puede aumentar a 2 años dependiendo de los agravantes del caso.
En casos menores la sentencia es una multa.
Sin embargo, la abogada destaca que muchas personas no les prestan atención a estas leyes y hasta desconocen que atentar contra la vegetación es un delito.
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