Por: Criss Monterrey
En El Junko Country Club cuestionan el trabajo de las cuadrillas Cantv. Denuncian que basta que ellos aparecen, lo que funcionaba se daña, y luego se acercan con el famoso “cuánto hay pá eso”.
Este fin de semana una cuadrilla visitó el sector El Topo. No se sabe quién los mandó, pero una vez que se subieron a los postes varios vecinos quedaron sin internet, mientras que a otros “milagrosamente” les llegó el servicio.
Anastasia Méndes tiene 25 años viviendo en la zona, y ya ha vivido la desgracia de lidiar con que le quiten y pongan la conexión a conveniencia. “Tienen varios años en eso, a mi vecina se lo quitaron e inmediatamente les llegó a otros que llevaban meses reclamando. Uno ve la camioneta de Cantv y ruega que no se antojen de su línea. A varios de aquí les han pedido descaradamente 300 dólares para reponer tanto la telefonía como el servicio de internet. ¿Acaso eso son centavos? Ningún empleado estatal tiene por qué estar pidiendo pagos en dólares por hacer su trabajo, no es más que chanchullo”, señala Méndez.
Lo mismo opina Valentina Belandria, quien ha buscado todas las formas posibles de denunciar la corrupción fomentada por muchos. “Supuestamente en El Junko viven varios directivos de Cantv, pensamos que con eso el servicio mejoraría o que las cuadrillas se frenarían de estafar a la gente, pero esos no respetan a nadie. Este fin de semana jugaron con los cables y ahora sabrá Dios cuándo le van a poner a uno nuevamente el internet que tanto se necesita”, dice Belandria.
MUY MOLESTOS.
Quienes viven en El Junko Country Club lidian con un rosario de problemas frecuentes. Los robos de quintas son una constante desde hace muchos años, y ahora se les une el tener que estar prácticamente obligados a pagar vacuna a los empleados de Cantv.
No respetan horario ni zona, se hace lo que ellos quieran o digan. Muchos vecinos se han organizado en mesas de comunicación, se someten a reuniones interminables, y hacen cartas que aunque son recibidas en presidencia, no llevan a nada.
“Estamos hartos. No es posible que un grupito de malandros haga lo que quiera y que los tipos sean dueños prácticamente de la empresa. Quizás la directiva ni tiene idea de lo que ellos hacen, pero hay todo un hamponato allí con muchos de los empleados. Y claro, viene diciembre y quieren asegurarse muchos aguinaldos a costillas nuestras quitándonos las líneas. Eso no es más que robo, tienen que ponerles un ‘parao’ ya”, dijo Manuel Nessy mientras compraba pan.
Los vecinos de El Junko exigen a las autoridades que tomen acciones legales contundentes contra estos empleados que extorsionan descaradamente a quienes allí viven, pues no están dispuestos a pagar divisas por un servicio del estado.
Visita nuestra sección Comunidad.
Para mantenerte informado y estar al tanto de todo lo que ocurre en el mundo y en el país, haz clic en el siguiente enlace. Sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online