Por: María Isabel Rángel
En La Pastora se encuentra la Casa-Museo del Doctor José Gregorio Hernández, un espacio donde el público puede conocer más a fondo no solo quien fue el beato, sino cómo solía vivir en los años que estuvo en Caracas.
El lugar fue remodelado el año pasado y solía estar compuesto por un estacionamiento y una pensión, por lo cual explicaron que quienes vivían ahí fueron trasladados a una residencia de Misión Vivienda.
El personal del museo asegura que muchas personas visitan las instalaciones de la casa para honrar la memoria del beato y en forma de agradecimiento por sus milagros.
Recorrido
La casa-museo cuenta con varias alas y habitaciones, cada una haciendo referencia a lo que fue el hogar de José Gregorio Hernández. En la entrada se encuentran dos cuadros, uno del Sagrado Corazón de Jesús, pintado originalmente por José Gregorio, replicado por otro artista.
La primera ala es la sala principal, la cual cuenta con muebles de la época y pinturas de la familia Hernández, al igual que una obra que relata la vida del doctor, desde que comenzó a estudiar hasta su muerte.
La segunda habitación es una réplica de lo que fue su consultorio y de la misma manera tiene en exposición diferentes utensilios que se usaban para esos tiempos, al igual que un récipe escrito por el beato.
La casa también presenta una habitación similar a la que pertenecía al doctor, con una cama, un maletín de viaje y una máquina de coser. Puesto que según la historia, el beato solía confeccionar su ropa.
El museo tiene dos salas de exposición en las cuales se exhiben diferentes pinturas de José Gregorio, hechas por diferentes artistas. Algunas de las firmas que se leen son: Isabel Corso, Luis Lorenzo, Orlando Ovilla, Peter Ruiz y muchos más.
Además, las instalaciones cuentan con un oratorio, donde el personal del museo señala que muchas personas se acercan para orar tanto por ellos como por los demás.
El público también tiene acceso a la sala de documentación, donde se encuentran diversos documentos oficiales del doctor. Tales como su acta de defunción original firmada por el doctor Luis Razzeti.
Otra de las zonas resaltantes de la casa es un nuevo cafetín, llamado Goyito Café (por el sobrenombre del beato).
Varias zonas de la casa-museo quedaron “tal y como estaban” por el equipo que se encargó de la restauración, reparación y remodelación del espacio, “para dar una idea de cómo era el hogar de José Gregorio”.
El Museo del médico de los pobres se encuentra abierto para todo público.
Esquina de Amadores
En La Pastora también se encuentra la esquina de Amadores, donde atropellaron al doctor José Gregorio Hernández, este lugar cuenta con un altar donde venezolanos de distintas partes del país se reúnen para dejar sus ofrendas, orar por su salud o la de sus seres queridos y también para agradecerle por sus milagros.
Nancy Delgado, quien se encontraba en el altar prendiendo unas velas para el beato, comentó que en el lugar se reúnen un montón de personas “así sea para rezar un rosario”. “Aquí le dejamos flores, prendemos velas para que siempre esté iluminado, incluso dejan platos de comida para las personas en situación de calle”, explicó la consultada.
Delgado aseguró que visita el altar en forma de agradecimiento, pues asegura que el médico de los pobres intervino en su salud en el año 1999 cuando sufrió de un ACV isquémico en la parte derecha de su cerebro.
“Recuerdo haberlo visto antes de que me sedaran. No lo vi completo, fue más como una placa en una pared que se encontraba vacía, pero era su foto, la que todos conocemos, cuando desperté no había nada y uno de los doctores me comentó que efectivamente en ese lugar solía estar una placa del doctor, pero que se cayó años atrás y se partió”, relató la mujer, nativa del estado Trujillo como el beato.
Ofrendas al Beato
Los demás habitantes destacan que “nunca faltan las ofrendas” y que tratan de mantener la zona “muy limpia”. “Siempre le traen flores y velas, esto nunca lo verás sin ningún regalo, si ya no hay otra persona le trae cualquier cosita, así sea una estampita”, comentó una vecina.
Además, la comunidad resalta que siempre hay alguien orando, incluso a altas horas de la noche. Los vecinos destacan que muchos de los que visitan el altar son personas “sanadas por el beato”.
El próximo 30 de abril se cumple un año desde que José Gregorio Hernández recibió la beatificación. La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia del colegio La Salle, efectuada por el nuncio apostólico de Venezuela en aquel entonces, Aldo Giornado, quien falleció el pasado 2 de diciembre.
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