2001Online.com | HEILIS ORIANA GONZÁLEZ M.
Vecinos de Caracas y Miranda señalan que desde hace más de seis meses viven en un desierto, no saben cuanto tiempo puedan aguantar esta grave situación.
Casalta, Propatria, Catia y 23 de Enero son las zonas más afectadas en el Oeste de Caracas por la falta del líquido. Cuatro semanas consecutivas sin agua en estas zonas residenciales que durante el racionamiento de agua decretado por el Gobierno desde el año pasado.
En algunos casos recibían constantemente el servicio desde los miércoles hasta la mañana de los domingos. Los locales destinados a la recarga de agua han alquilado camiones cisternas para subsistir mientras que otros han cerrado sus puertas. La gente acude a otras zonas para lavar y asearse, así como para recolectar agua, lo que refleja el deterioro.
En Catia hay vertientes y riachuelos provenientes de El Junquito, donde la gente acude a tomar agua en bidones para llevar a sus hogares.
Rafael Urdaneta, señaló que en el casco central de La Pastora “desde hace aproximadamente ocho semanas no recibimos el servicio de agua de forma regular. Empezaron con dos semanas que no enviaban agua.
Llegó un sábado sin fuerza suficiente para poder abastecer los tanques, por lo que tuvimos que proceder a llenar recipientes. Luego de eso, pasaron tres semanas en que no volvieron a enviar agua, sino que llegó otra vez con poca fuerza y de madrugada”.
Descontento. Mario Guillen criticó que las autoridades no dan respuesta ante la falta de agua. “Cómo piden que nos cuidemos y a los que nos rodean, si no tenemos agua. Nos tocará salir a protestar”.
Por su parte, Ramón Frías dijo que “el tema del agua es crítico a veces pasamos dos semanas sin agua. Desde que decretaron el razonamiento hace más de un año no lo han quitado, las represas están full, nos siguen quitando el agua y las autoridades no se manifiestan al respecto. En la comunidad nos estamos organizando para trancar las calles exigiendo respuestas”.
Jesús Álvarez añadió que “tengo más de tres años viviendo en la parroquia San Juan y no llega el agua por las tuberías, siempre tenemos que cargarla desde un hidrante que está en toda la avenida”.
Ediber Benítez afirmó “pasamos más de 15 días sin agua y en medio de todo este caos buscamos opciones entre los familiares que puedan tener agua y llenamos algunos bidones, y para el agua de tomar compramos botellones. El martes la comunidad se manifestó en Caricuao, y nos enviaron al edificio dos cisternas pequeñas, pero no todos pudimos agarrar agua, somos 192 apartamentos”.
Miranda. Zonas como Alto Hatillo y Los Chorros son las más afectadas en cuanto a la falta de suministro de aguas blancas, los vecinos de la zona señalan que pueden llegar a pasar más de 80 días sin el líquido.
Katherine Correia, habitante de los Chorros, en el municipio Sucre, del estado Miranda expresó que “desde el inicio de la cuarentena en Venezuela, el problema del agua se fue agravando cada vez más.
Regularmente el servicio nos llegaba dos días a la semana, ahora desde que fue decretado el confinamiento el pasado 16 de marzo, llegamos a pasar hasta un mes sin recibir agua y cuando llega, ya no la dejan dos días sino que la mantienen abierta durante unas pocas horas y ya lo que imposibilita que los tanques de llenen”.
Indicó que “hace una semana se originó una protesta en la avenida El Rosario de los Chorros, pues algunos vecinos de la parte alta de los chorros denunciaban que tenían hasta 80 días sin recibir el suministro y que debían comprar cisternas indicando además que contratarlo valía entre 80$ y 120$”.
Correia señaló que hasta ahora ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto. “En este momento ya tenemos nuevamente una semana sin que nos llegue el agua y como no ha sido constante no tenemos conocimiento de cuándo nos vuelva a llegar. Muchos de los habitantes de esta zona son adultos mayores y ellos no pueden buscar tonos de agua en el parque Los Chorros y si alguno lo hace, solo llena una botella de cinco litros porque no puede sostener más peso en sus manos, por lo que exigen la garantía de suministrar el servicio de forma normal a través de las tuberías”.
Ángel Pinto, habitante de La California Norte, en el municipio Sucre destacó que ha sido “afortunado”.
Explicó que “en mi zona, el suministro es continuo. De hecho, únicamente cortaron el servicio hace un par de semanas cuando se registró un incendio en Taguacita . Fueron hasta tres días sin agua, pero después de los trabajos, se restableció el agua. A decir verdad, es sorprendente. Aquí había agua únicamente entre jueves y domingo, con ciertos matices: a veces llegaba el viernes o sábado, a veces se iba el lunes o martes. Pero ese era el cronograma ”.
Aseguró que “ la calidad de agua es pésima. El color, en el mejor de los casos, es amarillo. De allí hacia abajo, las tonalidades marrones son únicas (en el peor sentido de la palabra). El olor a tierra es fuerte y resulta prácticamente imposible utilizar el agua del chorro para cocinar pasta, arroz u otro producto” dijo el vecino quien espera que mejore la calidad del agua en su comunidad.
2020-06-03
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