Carlos Carreño Zabala
La Oficina del Servicio Comunitario de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (UCV) busca fortalecer lo comunitario en el marco de los diversos proyectos que desarrolla, informó Juan Carlos Rosillo, coordinador de esta dependencia universitaria.
“En este momento estamos proponiendo un laboratorio de acción comunitaria como un espacio de operación, reflexión e investigación para lo comunitario”, manifestó Rosillo, quien está al frente de la unidad que gestiona las labores sociales en la ECS-UCV desde el año 2014.
Según Rosillo, la idea es crear alianzas con las distintas escuelas y facultades de la UCV para consolidar y dar una mirada multidisciplinaria, es decir, desde distintas ópticas a los problemas de las comunidades en donde se realizan los proyectos de los futuros profesionales de la Comunicación Social.
“Hemos tenido iniciativas interesantes en comunidades, como Papelón, en El Hatillo; y actualmente en Los Erasos, en San Bernandino”, aseguró Rosillo, quien destacó la gran receptividad que han tenido los alumnos por parte de los pobladores de las localidades que han visitado.
El también docente de la cátedra Pensamiento Filosófico Contemporáneo en la institución afirmó que “desde la dependencia se ha hecho un trabajo de evagelización y motivación para que los futuros profesionales del país se involucren con su entorno”.
“Pese a que no ha sido una tarea sencilla porque el contexto país no ayuda, el trabajo ha dado muy buenos frutos. Sin embargo, no nos damos por vencido y se está planeando una campaña para que los estudiantes vean en el servicio comunitario no un requisito obligatorio sino más bien una oportunidad”, aseveró Rosillo.
El profesor afirmó que “es importante que la universidad fortalezca ese vínculo hacía lo externo y que haya una presencia orgánica estratégica para ver cómo influenciar y ayudar positivamente en las comunidades”.
Desafíos. El profesor Juan Carlos Rosillo ofreció un balance del año 2017 sobre las actividades realizadas por la dependencia que preside.
“Este 2017 ha sido complejo porque a mitad de año hubo protestas y por los paros en la universidad. No obstante, el trabajo se ha mantenido. Hemos recibido llamadas de otras facultades para asesorarlos en algunos proyectos y eso es indicador de que todo marcha bien”, señaló.
En cuanto a las tareas que se tienen para el año venidero, Rosillo dijo que “se establecerán contactos con otras universidades”.
“Creo que hace falta sensibilización hacía lo comunitario que tiene una riqueza impresionante y eso está pendiente”, señaló.
Asimismo, consideró que uno de los mayores desafíos que tienen aquellos estudiantes que prestan ayuda a las localidades es el tema de la seguridad.
2017-11-29