Por muchos años se ha debatido si es correcto o no separar a gemelos o trillizos de un salón de clases, así que hay varios puntos a tomar en cuenta sobre ello.
La decisión de separarlos o mantenerlos juntos en el aula puede influir en muchos aspectos, entre ellos, su desarrollo académico y social.
Por un lado, separar a los gemelos de un salón de clases puede ayudar a cada niño a desarrollar su identidad individual y fomentar la independencia.
Mientras que la separación puede causar ansiedad en algunos niños, especialmente si están muy unidos.
¿Los gemelos deben estar juntos o separados?
La psicóloga infantil, Daniela Rojas, destacó a 2001 que esta debe ser una decisión tomada entre los padres y los maestros, siempre reflejada en el bienestar de los hermanos.
Esto debido a que puede traer ciertos beneficios, aunque para algunos puede significar aspectos negativos.
La consultada explicó que los beneficios de que cada niño sea educado aparte radican en mejorar sus habilidades sociales con otras personas de su edad.
“Al estar en clases diferentes, los niños tienen la oportunidad de interactuar con otros compañeros”, compartió.
Uno de los puntos que apoyan los padres y los maestros es que los gemelos no sufren de comparación, ya que estar en el mismo salón de clases puede generar presión sobre ellos y cierta competencia.
Además, evita equivocaciones con sus nombres, lo que también ayuda a que los gemelos no sufran de baja autoestima.
“Que un niño sea comparado con su hermano constantemente puede traer ciertas consecuencias difíciles de lidiar”, compartió.
Los maestros pueden dedicar más atención a cada niño individualmente, lo que puede beneficiar su aprendizaje y desarrollo personal.
¿Cuáles son los contras?
Algunos gemelos pueden tener dificultades para adaptarse a un nuevo entorno sin la presencia de su hermano o hermana, lo que puede impactar negativamente su experiencia escolar.
Esta misma experiencia influye en su rendimiento académico y su aprendizaje.
“Uno de los hermanos, o incluso ambos, pueden negarse a estar sin el otro y pasar por una etapa de negación y rebeldía”, indicó la psicóloga.
La especialista destaca que lo mejor es entender y respetar las necesidades de los niños, ver si trabajan mejor juntos o separados y cómo esto puede aplicarse en la vida escolar.
Por ahora, no hay un estudio científico que asegure que lo mejor es separarlos o mantenerlos juntos, como tampoco hay una ley en la cual se obligue una medida de separación o unión.
La colaboración entre padres y educadores es clave para asegurar que cada niño reciba el apoyo necesario en su proceso educativo.
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