El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) describe la explotación sexual como el abuso de poder, confianza o posición de vulnerabilidad de una persona con el fin de obtener favores sexuales.
Hay diferentes casos en los cuales se presenta este tipo de delito. La socióloga Katiuska Machado señala que siempre hay explotación cuando la víctima se ve en la obligación de realizar el acto sexual para tener algún tipo de “recompensa”.
La prostitución es el caso más conocido de explotación sexual, debido a que muchas de las personas que viven a costa de este oficio lo hacen bajo amenazas o por obligación.
Machado señala que, aunque hay personas que optan trabajar voluntariamente en la prostitución, la mayoría son explotadas sexualmente.
Además, hay ocasiones en las que la trabajadora sexual no solo gana dinero de ello, sino que le ofrecen estadía y comida.
Explotación a cambio de beneficios
Este delito también se presenta en casos en los que un individuo obliga a una víctima a tener sexo para pagar sus estudios u otro tipo de gastos necesarios.
“Un caso de explotación sexual puede ser el de una joven que necesita dinero para pagar un tratamiento médico y alguien se ofrece a costearlo a cambio de favores sexuales”, señaló la consultada.
La socióloga destaca que, aunque hay consentimiento, pues la víctima está al tanto de lo que pasa, la segunda persona se está aprovechando del estado mental y situación de la afectada, ejerciendo cierto abuso de poder y vulnerabilidad de la víctima.
“El explotador sabe por lo que está pasando la afectada y se aprovecha de ello para abusarla sexualmente”, expresa Machado.
Cabe destacar que esto cuenta como abuso sexual, debido a que el agresor hace uso de su autoridad. Además, no toma en cuenta la inestabilidad mental y emocional de la víctima, lo que puede nublar su juicio para tomar decisiones.
Gran parte de estos delitos aumentan en términos de penas debido a que hay menores de edad implicadas.
Leyes
El Código Penal venezolano señala, en su articulo 375, que aquella persona que cometa el delito de violación bajo el abuso de autoridad, de confianza o de las relaciones domésticas, la pena va de 8 a 16 años, dependiendo del caso y la edad de la víctima.
El abogado penal, Juan Vázquez, señala que los investigadores realizan cierto tipo de pruebas para determinar el caso de abuso.
Las pruebas psicológicas pueden dar a entender si se trató de explotación sexual o no.
El letrado recalca que hay ocasiones en los que las víctimas no denuncian, porque los actos se volvieron violentos o el agresor amenaza de muerte a la persona.
“Hay casos en los que la persona afectada ya no recibe ningún tipo de cambio por el acto sexual, pero sigue siendo parte de tal acto porque el agresor no acepta que se rompa la relación”, agregó.
En estas situaciones hay amenazas, extorsión y violencia física.
Para denunciar estos actos se puede ir al Ministerio Público o a una ONG como Cepaz, Avesa y Cecodap.
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