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Hace 104 años falleció José Gregorio Hernández: Tal día como hoy la muerte sorprendió al «Médico de los Pobres»

Jueves, 29 de junio de 2023 a las 11:08 pm
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Hace 104 años, a los 54 calendarios, falleció el hoy Beato José Gregorio Hernández, atropellado por un automóvil conducido por el joven merideño de 25 años, Fernando Bustamante. El fatídico accidente ocurrió exactamente en la esquina de Amadores, en La Pastora, Caracas.

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Así, un 29 de junio de 1919 en horas de la tarde, José Gregorio Hernández salió a la esquina de Cardones a atender a una paciente, pero no pudo llegar…

Lo arrolló el joven mecánico… El Doctor Hernández cayó golpeándose la cabeza contra el filo de la acera, lo que ocasionó una fractura en su cráneo.

De inmediato, un preocupado Bustamante, lo recogió y lo llevó al Hospital Vargas, pero para el momento en el que llegaron al centro de salud, no se encontraba ningún médico para atenderlo.

El joven, desesperado; fue a buscar al también doctor Luis Razetti. Pero cuando llegaron de nueva cuenta al hospital, se encuentran al Sacerdote y capellán Tomás García Pompa, quien les informó que José Gregorio Hernández había fallecido.

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El acta de defunción de José Gregorio Hernández la firmó el Dr. Luis Razetti

Luis Razetti fue quien firmó el acta de defunción, y en dicha acta apuntaba que además de la fractura de la base del cráneo, tenía una ligera herida en la sien derecha y un amplio hematoma en ese mismo costado.

Asimismo, las señales del golpe contra el poste de hierro era el brote de sangre por la nariz y la boca, más arriba de las rodillas tenía un franja morada en ambas piernas.

Una vez examinado y amortajado el cuerpo, fue trasladado a la casa de sus hermanos César Benigno y Sofía Hernández, que poseía una vivienda en el número 57, ubicada en la Avenida Norte, entre Tienda Honda y Puente de la Trinidad.

A las 10:00 a. m. del día 30 de junio de 1919, en medio de una multitud, se inició el traslado del féretro de José Gregorio Hernández Cisneros al Paraninfo Universitario de la Universidad Central de Venezuela que se ubicaba para el momento en centro de Caracas.

Después del funeral, se llevó su cuerpo al Cementerio General del Sur, donde se le dio cristiana sepultura. 

Hombre de ciencia y religión: Elementos quizás antagónicos que combinó a la perfección

José Gregorio Hernández era además conocido como un profesor culto, pues, hablaba con amplio dominio los idiomas español, francés, alemán, inglés, italiano, portugués y además, el latín.

Se le caracterizó como un buen músico, además de tener una sapiencia fundamental en filosofía. Hernández era también un hombre muy exigente en la puntualidad. Por eso, jamás llegó tarde a ningún compromiso; sobre todo en el cumplimiento de su deber como férreo catedrático de la medicina.

El Venerable, objeto de culto y sanación; formó una escuela de investigadores, quienes desempeñaron un papel en la medicina venezolana.

Discípulos reconocidos de Hernández fueron, entre otros, el doctor Jesús Rafael Rísquez, quien fue su sucesor en la cátedra de Bacteriología y Parasitología, así como Rafael Rangel , considerado como el fundador de la parasitología nacional.

En cuanto a sus creencias, Hernández era profundamente católico, condición que nunca entró en conflicto con su labor científica.

Así lo apunta el doctor Juan José Puigbó: «Su faceta religiosa con todo lo encomiable que sea considerada en el plano místico, no debe opacar el inmenso aporte que realizó a la ciencia médica venezolana»

Sus restos reposan ahora en la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria

El 23 de octubre de 1975, luego de un incendio provocado por las llamas de las velas sobre su tumba, y también debido al inicio del proceso de beatificación por solicitud del Vaticano, se realizó la exhumación de sus restos mortales.

Después de extraerlo, los trasladaron hasta el baptisterio de la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, ubicada en el centro de la ciudad de Caracas, sitio donde reposan actualmente.

En el año 2020, la Arquidiócesis de Caracas anunció que el cadáver sería trasladado a una ala especial de dicho templo, ante la aprobación de la Santa Sede de su beatificación.

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