Daisy Galaviz | [email protected]
WhatsApp, la plataforma líder en mensajería que, además de dejar a un lado los SMS, ha invadido con uno de sus mayores “booms”: los grupos.
Los hay diversos, en unos se puede hablar de política, otros son familiares, los amigos, los “gamers” tienen los suyos, las empresas, las urbanizaciones y en este 2017 ha surgido otro en el país: el de los Clap.
Los novatos. Noé Briceño no pasa de los 40 años. Por los altos costos no había podido comprar un celular inteligente hasta hace no más de un año. Cuenta que cuando ingresó al mundo del WhatsApp sus hijas de una vez lo metieron en el grupo de la familia, luego sus compañeros de trabajo hicieron lo mismo: “Con ellos me comunico. Mi familia que ya no vive en el país. Con el del trabajo me entero cómo está la ruta para llegar hasta allí, si el Metro está abierto o no” y cualquier otro dato.
Para todos los temas. Jonandel Torres es otro que no ha podido resistirse a la tentación de pertenecer a un grupo en esta plataforma. Está en cuatro, el primero es “Team Venezuela” el cual es usado exclusivamente para comunicarse mientras juegan en red League of Leyends u otros; cuenta que allí se insultan, se felicitan y hasta se dan una que otra pista para avanzar más rápido.
El segundo es de su grupo de mejores amigos denominado “Usulo” (son las iniciales de los integrantes). Otro de los que completa el combo es de familiares, el cual ha dejado a un lado las celebraciones por informarse sobre marchas, fotos de dirigentes y capturas de lo que aparece en Twitter.
Los fiesteros. Anthony Rangel atiende un grupo de perrocalientes. Cuenta que no le gustan los grupos de WhatsApp, pero “sí estoy en uno, el de la tomadera”.
Explica que sus primos y tíos crearon un “clan cibernético” denominado “los sabatinos”, para ponerse de acuerdo cada fin de semana y planear: “¿qué vamos a a hacer? Desde el jueves estamos activos cuadrando la compra del licor y dónde nos veremos”, dijo.
Gregorio Domínguez es otro que utiliza los grupos “para activarnos los viernes y el sábado”. Detalla que sus mejores amigos crearon el grupo “Nosotros somos” para ponerse de acuerdo de los planes del viernes. “Antes cuadrábamos cada semana; ahora toca las quincena pero las birras no se pueden abandonar a pesar de la crisis”, apunta.
Para el tráfico. Oscar Wagner es mototaxista; subraya que está en tres grupos, uno familiar y otro es de ventas y compras Caracas (una especie de Mercado Libre pero trasladado a un chat en esta plataforma) .
El último, es de la actual Venezuela y es el más importante, es “los dueños de la calle”, el grupo de la línea de mototaxis a la cual pertenece.
Señala que por ahí se datean “sobre cómo están las avenidas, en qué sitio están los policías, y por dónde están lanzando bombas”. Cuenta que las notas de voz y fotos no paran cuando la oposición o el Gobierno convocan a una concentración.
Lo extrañan. A Javier García lo robaron hace menos de una semana y explica que “me hacen mucha falta los grupos”.
2017-06-02