Karelbys Meneses
La crisis que vive Venezuela a nivel económico, político y social, somete a sus ciudadanos a constantes situaciones que perjudican su tranquilidad mental, trayendo como resultado, altos niveles de estrés y angustia evidentes en el accionar cotidiano.
sta realidad se ha exacerbado en los últimos días, con los nuevos anuncios económicos dictados por el Ejecutivo Nacional. El incremento del salario mínimo en 3.000% no genera felicidad sino preocupación en los ciudadanos, a eso se suma la complejidad para adaptarse al nuevo cono monetario y la gran cantidad de dudas que quedaron en el ambiente, por lo que la gente se encuentran en un gran conflicto interno al plantearse la pregunta de qué pasará ahora.
La Federación Psicólogos de Venezuela ha venido realizando varios comunicados en los que expresa su preocupación por las crecientes afectaciones psicológicas que evidencian los venezolanos, y ha hecho reiterados llamados al Gobierno a tomar medidas que contrarresten dichos efectos.
Parte de uno de sus comunicados expresa: “La pugna política está causando deterioro en la salud mental de los venezolanos (…) ese deterioro se expresa en desasosiego, frustración y tensión entre otras alteraciones como la violencia en la acción y el discurso, productos de un odio que ha dañado el tejido social, desarticulando relaciones interpersonales, familiares, sociales y alterando la emocionalidad y racionalidad individual y colectiva”.
El proceso de crisis por el que atraviesa el país, si bien no puede evitarse, por lo menos se puede procurar que sea menos invasivo en cada persona, esto a través de la realización de algunas actividades que le permitan drenar de forma natural y sin invertir representativas cantidades de dinero.
¿Qué hacer?. Debido al grado de intensidad de las reacciones que se presentan en la persona durante una crisis, la resolución de la misma implica una serie de tareas para mitigar los efectos, estabilizar la sintomatología y luego iniciar un camino para cerrar ese ciclo y aprovechar la experiencia. La primera acción a tomar es preservar la vida. Es necesario recibir los primeros auxilios psicológicos y que se atienda el aspecto somático: regular los patrones de dieta, descanso y sueño. Realizar ejercicios mejora el ánimo y distrae de los pensamientos productores de ansiedad.
También hay que darse masajes para disminuir la tensión muscular; además de aplicar técnicas de relajación y dar paseos por ambientes naturales.
Otras de las recomendaciones hechas por la Federación de Psicólogos de Venezuela para superar los síntomas de la crisis, es expresar sentimientos, sobretodo la ira, de manera adecuada, debido a que las emociones no comprendidas, expresadas y aceptadas por completo, reaparecen más tarde transformadas en comportamientos disfuncionales y hasta enfermedades.
Hay que relacionarse socialmente porque el intercambio de opiniones facilita la solución de problemas y del compartir la experiencia puede obtenerse colaboración para resolver la crisis.
Y lo más importante, es acudir a psicoterapia, para que con el tiempo la crisis te impulse a un cambio profundo en tu vida.
Este conjunto de actividades sirven de gran ayuda si se integran como parte de la rutina cotidiana para tratar de combatir los elevados niveles de ansiedad que arropan la atmósfera venezolana.
Realizar estas recomendaciones no amerita de grandes gastos o mucha inversión de tiempo, ya que tanto el ejercicio como la meditación pueden realizarse desde la comodidad del hogar o aún mejor desde algún parque al aire libre, tomando para ello, por lo menos 10 o 15 minutos diariamente.
Por su parte, la preparación de infusiones, de igual forma pueden ser hechas en casa con las plantas naturales o con sobres de té ya elaborados y comercializados.
Adicionalmente, pese a la constante creación de expectativas a nivel económico, político y social; es de gran ayuda mantenerse bien informado, a través de los diversos medios oficiales que suministre información confiable y de primera mano, evitando las especulaciones o mensajes distorsionados de la realidad que generan mayor ansiedad.
El fin no es preocuparse o agobiarse con supuestos, sino que la persona pueda estar al día con lo que acontece en el entorno nacional y actuar en función de ello.
Expertos aseguran que este tipo de emociones negativas, acarrean enfermedades como gastritis, cefaleas e incluso de mayor gravedad como cáncer o a nivel psicológico, neurosis y ataques de pánico.
En las mujeres, puede repercutir en trastornos menstruales, que alteran la regularidad del ciclo, problemas ovulatorios, e incluso esterilidad o infertilidad; esto ya que se ve afectado el hipotálamo, glándula que regula las hormonas sexuales y liberan el estrés.
Finalmente, los psicólogos recomiendan ver la crisis como una oportunidad y no como una amenaza o peligro porque de esa perspectiva depende la respuesta.
2018-08-22
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