Por: María Isabel Rangel / @mariairangelc
La crianza de mascotas en casa es una de las prácticas más antiguas, catalogado como “terapéutico” por varios psicólogos. Sin embargo, en los últimos años la crianza ha cambiado en muchos volviéndose un poco “obsesivo, controlador y manipulador” donde los dueños humanizan a los animales lo que ocasiona que el desarrollo de la mascota se vea alterado.
De acuerdo al veterinario Jesús Alvarado, el concepto de humanizar a las mascotas se refiere a cuando los “amos” adaptan y cambian las actitudes naturales de los animales y los acostumbran a cosas de la vida humana, cohibiéndolos de actuar como su raza natural.
“Hay personas que toman a sus mascotas como hijos, lo que no es malo siempre y cuando no olviden que efectivamente son animales y deben actuar como tal. Una cosa es vestirlos y tenerles un cuarto personal. Otra es hacer que coman en la casa, no sacarlos a pasear porque se pueden ensuciar o malcriarlos con juguetes”, mencionó Alvarado.
“Hay un montón de actitudes que pueden considerarse extremistas porque no dejan que el animal actúe como es”, agregó.
MASCOTAS PUEDEN VOLVERSE AGRESIVAS
Entre las consecuencias de humanizar a las mascotas señaló que se encuentra la agresión por sobreprotección. “Al mimar demasiado al perro o gato este genera un tipo de posesión sobre su amo y cualquier persona que se le acerque puede ser visto como un enemigo por ellos. Especialmente si alguien se acerca con mucha rapidez hacía su dueño y hay contacto físico”, expresó.
El especialista comentó que estos tratos a los animales se deben porque las personas buscan proyectar características de humanos en sus mascotas volviéndolas como pequeños niños. “Los animales son inteligentes y todo lo que aprenden desde cachorros lo llevan consigo hasta adultos. Si su dueño lo dejaba dormir todas las noches en su cama el animal crecerá con la idea de que eso es normal. Al igual que subirse a los muebles o sillas del comedor”, indicó Alvarado.
Además, destacó que estos casos se dan con mucha frecuencia en personas que viven solas junto a un animal. “El animal pasa a ser un centro de atención para esta persona que vive sola y ahí es donde se desarrollan estas conductas de humanización”, añadió.
“El problema no está en amar a tu mascota y buscar su comodidad. El problema es no respetar que es un animal que debe actuar como tal”, reflexionó el veterinario.
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