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Iglesia venezolana quiere recuperar el protagonismo del pesebre (+VIDEO)

Lunes, 13 de diciembre de 2021 a las 06:05 am
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El vicario para medios de comunicación social de la Arquidiócesis de Caracas, Honegger Molina García, dice que ve con inquietud como en tiempos de Navidad “vestir el pesebre (nacimiento) en el hogar ha perdido protagonismo y fuerza” en la actualidad.


Este desapego que se está viendo le “preocupa como ciudadano y hombre que defiende lo tradicional, la cultura y la identidad que a nosotros (venezolanos) nos distingue”.

Por eso llama a impulsar con fuerza este llamado. Dice que no lo hace solo como sacerdote, sino como “un hombre que ama lo típico que se hacen en esta época desde hace mucho tiempo”.


El también párroco de la iglesia La Boyera sostiene que una de las razones de celebrar la llegada del Niño Dios “es tener en casa las figuras de yesos o madera que son un símbolo importante. Son símbolos que congregan, que animan, que identifican y que nos hace entender que la Navidad está convocada por esa experiencia del Dios humano que está allí”.


En La Conversa 2.0 que realiza el director de 2001, Juan Ernesto Páez-Pumar, en la cuenta de Instagram @2001online, el sacerdote hace un llamado a “no dejar perder las tradiciones y los valores más hermosos, como es vestir el pesebre”, así como también darle continuidad a la Corona del Adviento.

Tradición centenaria

Agrega que “en Venezuela es muy hermoso, histórico y muy tradicional la Misa de Gallo. Además, informó que a partir del 15 de diciembre se empezarán a realizar estas ceremonias católicas.


Molina García dijo que en Caracas desde hace varios años se está realizando la Misa de Gallo para seguir con la tradición que se remonta a hace 80 años o más.

“Esas misas de gallos (se realizan en las madrugadas) no se inventaron recientemente ni en Los Andes. Eso tiene más de cuatrocientos años de experiencia, aunque surgieron en México y Centroamérica, pero en Los Andes venezolanos hace ya más de trescientos años estaban celebrando las misas de gallos”, señala.


Explica que esta ceremonia católica “es un novenario que comienza el 15 o el 16 hasta el 24 de diciembre es un gesto identidario que lleva a descubrir los verdaderos y auténticos valores. La misa de aguinaldo trae alegría, se celebra de blanco, se cantan los villancicos con los parrandones navideños, se pone el incienso. Las personas madrugan y al final de la misa la gente tiene un compartir”.

Recordó que en algún tiempo y en algunos lugares, luego de la Misa de Gallo los feligreses realizaban patinetadas.

“Se tomaban un café o compartían con chocolates y galletas para complementar las misas de aguinaldo”.


A su juicio todas estas actividades de Navidad “sirven para complementar el espíritu. Todo esto llena el alma del venezolano y nos ayuda también a reponernos de las dificultades que tengamos. A expresar, por ejemplo, la solidaridad que se ve en estos momentos de compartir. Las personas llevan de lo poco que tienen. Eso se multiplica, eso crece. Eso hace que se sienta que somos ricos en el espíritu”.

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Cero excesos

Acota que “estos valores de la alegría, la ternura y la solidaridad del Dios sencillo, humano, que se hace frágil para acercarse a nuestras propias fragilidades nos llevan a valorar desde otra dimensión la Navidad que se aproxima y a bajar un poco la presión y la angustia”.


Afirma que estas actividades ancestrales venezolanas ayudan a crear un desapego por lo material, por los estrenos navideños (compra de ropas) y por la necesidad de recibir muchos regalos, que al final no llenan el espíritu y no llenan de felicidad al ser humano".

"A veces pasa más bien (que lo material es) como un lucirse hacia lo externo y no para descubrir los valores fundamentales”, asegura el vicario de medios de comunicación social de la Arquidiócesis de Caracas.

Alaba la capacidad que tienen las personas para buscar un poco de equilibrio, por eso no ve mal que las personas celebren en estos días las fiestas decembrinas, pero para él no es conveniente “quitar lo que convoca las navidades. La Navidad es para celebrar el nacimiento del Niño Dios por eso hay que resaltar los valores y el espíritu, características que nos diferencia a otros seres vivos de la creación. Ese acontecimiento marca la diferencia de la Navidad y otro acontecimiento del año”.


No critica que en esta época las personas compartan, hagan fiestas y se tomen un traguito, pero refuta que esa alegría no puede desplazar lo que convoca en este tiempo, que es la unión, la solidaridad y acercarse a lo divino y lo espiritual.

Feliz por el beato

Molina García rememoró la beatificación de José Gregorio Hernández, que se llevó a cabo el 30 de abril de este año.

“Lo importante es que llegó en un momento de pandemia igual que a él le toco en sus tiempos. También que cae en un contexto país con una situación sanitaria bastante golpeada y un grito de la gente que su dolor, su padecimiento y su necesidad de asistencia médica sea respondido. Desde luego que esa ayuda divina no va a ser igual a la humana, pero el espíritu cuenta”.


Esgrime que para los habitantes de Venezuela, la beatificación de “Goyito”, que no solo fue un hombre de fe, sino que fue un científico, una buena persona, culto, respetuoso y un buen ciudadano, han sentido que “Dios nos ha mandado una brisa fuerza y decirnos que no estamos solo. Nos ha mandado un auxilio”.

José Gregorio tuvo la oportunidad de quedarse en Francia o en Estados Unidos y decidió regresarse a Venezuela, eso habla muy bien de él. Fueron muchos años esperando este momento y llegó Prevaleció la constancia, la paciencia, la fe de la gente. Mantener viva esa llamita de que José Gregorio iba a llegar a los altares. Todos sabemos que para los venezolanos ya estaba en los altares familiares, pero hacía falta este reconocimiento institucional que lo pone a nivel universal. Lo pone con los grandes que han dejado huella. Ha sido un oxígeno para el pueblo”, comenta.


Para Molina García, este hecho histórico para la Iglesia Católica de Venezuela ha servido para que los feligreses criollos se reencuentren, pues enumeró que más de treinta millones de personas en todo el mundo observaron el acto a través de las distintas plataformas audiovisuales en las que se llevó a cabo la ceremonia.

Vea la entrevista completa:

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