La venta de bebidas alcohólicas no cesa a pesar de que sea semana de cuarentena radical. Más bien, crece en estos 7 días.
Los establecimientos comerciales dedicados a la venta de licores no pueden abrir en las semanas “radicales” del plan “7+7 Plus” promovido por el Gobierno Nacional. Sin embargo, esto no se traduce en una baja cantidad de compras de dichos productos.
Debido a la cuarentena iniciada en el mes de marzo, con sus respectivas variantes, la venta informal de bebidas alcohólicas ha crecido de manera exponencial. Hogares que se transformaron en tascas, vecinos que vendían los “rones baratos” (bebidas espirituosas secas) y las diversas ofertas de anís acompañado por Gatorade y hielo.
“Es como un nuevo inicio, debemos recuperar ´el punto´. Los clientes se acostumbraron a comprar los licores a vecinos o en ventas clandestinas. Ya no es común ver licorerías llenas. Esto hace aún más difícil nuestro trabajo y la administración del mismo”, comentó Pablo Gouveia en una entrevista realizada hace unas semanas.
Este tipo de ventas se extendió por toda la ciudad de Caracas, sin excepción. Principalmente, en las zonas populares. Por ejemplo, Petare y Caricuao.
Enrique Contreras, quien es motorizado, manifestó que tuvo que optar por la venta de licores al detal dentro de su comunidad (Barrio Campo Rico, Petare) debido a la falta de trabajo que existía en los meses más “agresivos” de la cuarentena.
“En esos primeros meses no salía nada de carreras ni de mensajería. Los ahorros se van acabando y uno tiene que comprar su comida y la de su familia. Es ahí donde empecé a vender los licores”, argumentó.
Esta práctica la ha seguido manteniendo sin importar que ya ha elevado su cantidad de trabajo como motorizado. “Uno ya hizo los clientes. Ya los vecinos saben que productos tengo y las promociones que hago. Además, es un ingreso extra que nunca cae mal”.
Por su parte, Junior Ramírez, que se dedica a ser entrenador de baloncesto femenino y masculino y es bibliotecario en una escuela pública, encontró en la venta de licores una forma efectiva de generar ingresos mientras no podía ejercer, como de costumbre, sus dos profesiones.
“Empecé con una caja de anís. Se vendió rápido y ahí fue que incrementé la cantidad de cajas y de productos. El problema es con los deudores, siempre tienen una excusa para no pagar. Sin embargo, uno resuelve y puede pagar sus compromisos. También queda dinero para uno, que es lo importante”.
Ramírez, quien vive en Caricuao, aseguró que ahora el negocio está en las cervezas. “Con las cervezas hay más negocio. A todos nos gusta una cerveza. Más si estamos cerca de la casa”.
Por lo pronto, los establecimientos licoreros volverán a trabajar el día lunes, de 1 p.m. a 6 p.m. y tratarán de adecuarse al mecanismo de “una semana sí y la otra no”. Buscando así obtener el dinero suficiente para cumplir con el pago de facturas y obtener ganancias.
Visita nuestra sección Comunidad.
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online