Andreína Domínguez
El último aumento del bono de alimentación decretado por el Ejecutivo como consecuencia del incremento de la Unidad Tributaria, amenaza con fuerza la operatividad de las empresas del país, especialmente las más pequeñas.
Tal como ha sido advertido por expertos en la materia, estos ajustes salariales “sin aviso” generan más pérdidas que beneficios, pues sólo aumenta la tasa de desempleo.
Sin personal
Los comercios -en efecto- consideran que no es rentable contratar un personal, por el exorbitante gasto que esto representa. Razón por la cual cada vez son más los propietarios que atienden sus negocios.
En un recorrido realizado por el equipo del Diario 2001 en la avenida San Martín de Caracas se comprobó que el lema “atendido por su propio dueño”, volvió a los locales comerciales.
Esther Torres, dueña de un negocio donde vende empanadas y café, comenta que ya los números no dan para pagar un empleado. “Antes tenía una ayudante, pero opté por trabajar sola porque no puedo costear más gastos, el sueldo sube todo el tiempo y los cestatickets ni se diga, es imposible”, expresó.
Una situación similar ocurre cerca de la estación del Metro Artigas, en un local de venta de desayunos.
“Aquí trabajamos tres socios, somos familia, nosotros mismos despachamos a los clientes”, relata Irene Pereira, una de las dueñas, quien explicó que el alza salarial y la inflación que sacude al país no les permite emplear ni siquiera a una persona.
Pereira sostiene que antes de contratar “a alguien, llegamos a un acuerdo de pagarle por día y se les da un bono”, pero no tienen a nadie “fijo”.
Ante el nuevo incremento del bono de alimentación -que se ubicará en Bs. 108 mil desde el 1 de marzo- señaló que están a la expectativa y “por ahora” mantendrán los precios. Sin embargo, no duda que en cualquier momento haya una subida en la materia prima.
El encargado de una carnicería cercana estima que el reciente aumento del “papaticket” no le afectará tanto pues tiene un solo empleado, el resto es familia. Admite que su negocio requiere de tres trabajadores más para funcionar de manera eficaz, pero “las cuentas no dan”.
A la ruina
Gregory Caraballo, propietario de un local donde expende frutos secos, rechaza los “deliberados incrementos”; asegura que sólo “llevan a la quiebra a las empresas”. “¿Cómo se sustenta uno si lo que pagas en nómina es prácticamente tu ganancia?”, cuestionó.
Fotos de Wladimir Campos
2017-02-22