DPA
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, restó importancia a las advertencias que funcionarios estadounidenses han hecho sobre la posibilidad imponer sanciones contra su país e incluso retó a la primera potencia mundial a materializar sus amenazas.
"Hay un plan muy maligno, los Estados Unidos no debería meterse en eso, no debería meterse en los asuntos internos de Venezuela, amenazándonos con sanciones, (diciendo) ‘o dialogan o los sancionamos’, ¡sanciónennos! Es que dan ganas, pero ahí es cuando le dicen a uno que no suba mucho el tono", fustigó el gobernante.
Maduro llamó ridículos a los funcionarios estadounidenses por apuntar a la posibilidad de sancionar a los representantes del gobierno venezolano. "Dan ganas de decirles: ¡ridículos! Que nos van a sancionar, a nosotros en lo personal", disparó.
"Hay un plan muy maligno, los Estados Unidos no debería meterse en eso, no debería meterse en los asuntos internos de Venezuela" |
Estas palabras se produjeron durante el llamado "Diálogo para la Paz" que sostuvo con la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que busca poner fin a dos meses de protestas opositoras que han causado 39 muertes y centenares de heridos.
Representantes del Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos han solicitado al gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, imponer sanciones contra los altos funcionarios del gobierno venezolano por la represión de las protestas, una posibilidad que el gobierno demócrata no descarta del todo pero que parece remota.
Maduro acusó al gobierno estadounidense, encabezado por el secretario de Estado John Kerry, de estar contactando a los gobiernos latinoamericanos para vaticinar un posible colapso de la economía venezolana, como una manera de restarle apoyo regional a su gobierno.
"El gobierno de Estados Unidos directamente ha declarado públicamente y le han dicho a los gobiernos (latinoamericanos) que Venezuela va a una explosión y a un colapso económico. Yo me he puesto a pensar bastante en eso", admitió.
En ese sentido, el presidente advirtió que Estados Unidos podría buscar hacer "chillar" a la economía venezolana tal como lo hiciera con el presidente socialista chileno Salvador Allende, quien fue derrocado en un golpe de Estado apoyado por Washington en 1973.
Sin embargo, Maduro confió en la solidez del modelo económico socialista de Venezuela implantado por el fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013), por lo que descartó cualquier posible colapso del país petrolero.
El encuentro en el Palacio de Miraflores se extendió hasta las 02:00 de la madrugada local (06:30 GMT) y contó con la presencia del líder opositor Henrique Capriles, quien fue de los últimos en usar el derecho a la palabra.
La cita fue presenciada por una delegación de cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), así como del nuncio apostólico, el italiano Aldo Giordano, quien leyó una carta del papa Francisco en la que llamó a la partes a solucionar sus diferencias por la vía pacífica.
2014-04-11