El papa Francisco ha recibido hoy en audiencia privada en el Vaticano al presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, quien le ha dicho que quiere "acabar con la pobreza" en su país.
El papa argentino recibió a la delegación, de trece personas y entre la que se encontraba la expresidenta panameña Mireya Moscoso, en la sala del Tronetto, donde Martinelli le ha dicho: Santo Padre, ¿cómo va en esta tarea?", a lo que el papa ha sonreído.
De allí se han trasladado a la Biblioteca, donde han mantenido un coloquio frente a frente que ha durado 26 minutos.
El presidente de Panamá le ha preguntado al pontífice cómo iba su equipo, el San Lorenzo, a lo que respondió el pontífice un poco desconsolado: "Ayer perdimos".
Según un comunicado de la Santa Sede, la reunión transcurrió en un "clima de cordialidad", en el que hubo "un intercambio sobre algunos temas relacionados con la situación actual del país, en particular sobre las políticas sociales que el Gobierno ha puesto en marcha, y sobre los proyectos de desarrollo para la nación".
Posteriormente, hablaron de la larga tradición cristiana del país, "reafirmando los históricos vínculos bilaterales y reservando un interés especial a las relaciones actuales entre la Iglesia y el Estado", se indica en la nota.
Al término del encuentro ha entrado la delegación a la Biblioteca para el intercambio de regalos y las fotos de rigor.
Martinelli ha regalado al papa un marco realizado en bajorrelieve dorado y ha explicado que es "la reproducción de los paganos del río realizada por los indígenas".
Por su parte, el papa Bergoglio le ha entregado un mosaico con la imagen de la antigua plaza de San Pedro, un proyecto que, según ha relatado el papa, "nunca llegó a realizarse".
Además, Francisco ha donado a Martinelli la medalla de su pontificado, con la errata de emisión ya que en lugar de estar inscrita la palabra "Iesu" está "Lesu", además de rosarios para las mujeres que se encontraban en el séquito y al propio presidente una copia del documento de la Asamblea de Aparecida de obispos latinoamericanos del 2007.
En referencia a este último documento, el papa ha bromeado al decir al presidente panameño que no es necesario que lo lea entero porque se le haría pesado, que lo ideal es que "lea las partes que más interesen".
A ello Martinelli ha respondido: "yo verdaderamente quiero reducir la pobreza en Panamá".
Posteriormente se ha reunido con el ministro de Relaciones Exteriores de la Santa Sede, arzobispo Dominique Mamberti.
Previamente al encuentro con el papa, la delegación panameña, entre ellos dos obispos del país, ha asistido a una ceremonia en los jardines vaticanos presidida por el Presidente del Governatorato, monseñor Giuseppe Bertello, que ha bendecido una imagen de tamaño casi real de la Virgen Santa María La Antigua.
La imagen fue donada por Martinelli y su familia en nombre del pueblo panameño en el marco del quinto centenario de la primera diócesis fundada en tierra firme en el continente americano en 1510 en Darién, Panamá.
La estatua de Santa María de la Antigua ha quedado en los jardines muy cerca de la zona de la gruta de Lourdes.
Se trata de la segunda visita oficial que realiza Martinelli al Vaticano, después de que en septiembre de 2009 fue recibido por Benedicto XVI en el palacio apostólico de Castelgandolfo, en las afueras de Roma.
El día en que fue elegido el papa Bergoglio, Martinelli afirmó que estaba muy contento con que el nuevo pontífice fuera latinoamericano "la región donde más católicos hay".
Los días de la entronización del pontífice, el presidente panameño dijo que esperaba que el pontífice combatiese "la demagogia y el populismo" en América Latina, a los que atribuyó la masa de pobres que hay en la región.
"Le comentamos al Santo Padre que nos gustaría fuese recordado como quien combatió la demagogia y el populismo que tantos pobres causa en A.L. (América Latina)", escribió en su cuenta de Twitter Martinelli. EFE