Olgalinda Pimentel
La última vez que el presidente Nicolás Maduro se refirió a obras inconclusas en el país y específicamente a aquellas a cargo de la constructora brasilera Odebrecht, fue en marzo de 2018. “Donde haya obras inclusas de la empresa yo se las voy a entregar con recursos a los gobernadores y gobernadoras del país para que terminemos todas las obras”, afirmó en medio de otro episodio del escándalo de la firma por sobornos, que estalló en 2014. Informó en ese instante que había construcciones a medio hacer en Caracas y en los estados Miranda, Guárico, Bolívar, Carabobo y Aragua. No mencionó a Zulia.
La mayor parte de estas obras están relacionadas con la vialidad y movilidad de los ciudadanos, unos de los rezagos del país en el continente y de las deudas del gobierno con los venezolanos de a pie.
Diez meses más tarde de aquella promesa ni las cuatro grandes obras proyectadas con Odebrecht en Venezuela por un costo de 10 billones de reales e iniciadas algunas en 2012, ni ninguna otra iniciada hace más de una década han sido culminadas, a pesar de los recursos asignados que especialistas consideran “un misterio”.
“Es una pérdida importante en perjuicio de la ciudad debido a que muchas de las obras representaban más vías y mejor accesibilidad, y también del Estado”, asegura la ingeniero civil Celia Herrera, especialista en vialidad, quien duda que las construcciones sean completadas en tiempos de crisis. “En la medida en que no se cumplieron los tiempos las inversiones serán a futuro más costosas y será más difícil que sean culminadas”.
La línea 5 del Metro de Caracas fue una de ellas. El proyecto, con un financiamiento de más de 3 billones y medio de reales por parte del Bndes, que incluía también la línea 2, contemplaba una extensión de 12,5 kilómetros que abarcarían las estaciones Bello Monte, Tamanaco (Las Mercedes), Parque Simón Bolívar (Parque del Este), Bello Campo, Hugo Chávez, Montecristo, Boleíta, el Marqués y Waraira Repano. Pero solo la primera ha sido terminada, a pesar de las necesidades de más de 3 millones de caraqueños, de acuerdo con cifras de la Federación de Transporte Bolivariano, que se enfrentan diariamente al caos del transporte público.
También en 2007 Odebrecht inició las obras del Metro Caracas-Guarenas-Guatire con el propósito de aliviar el pesado traslado de habitantes de ambas ciudades que hoy suman casi 450 mil personas. Cinco años después la compañía Metro de Caracas informó oficialmente, a través de su portal, que el costo de la obra era de 3.931 millones de dóares, pero el avance de las obras llegaba a 6,57% .
En junio de 2018 Maduro ofreció la culminación de la obra. “Yo le entregué al gobernador de Miranda la responsabilidad de las obras para reactivar y culminar el Metro Guarenas-Guatire y sea él el que lo haga, pero como nombré a nuevos ministros de Obras Públicas y Transporte (…) voy a esperar la reunión para que me entreguen un punto de cuenta conjunto para aprobar los recursos”, expresó el gobernante, eluego que Chávez, en víspera de las elecciones presidenciales de 2012, ofreció la culminación de la primera etapa para 2014 y la segunda e t apa para el año 2016.
“Este sistema es el único que hacía posible la cercanía de la región oriental con Caracas, pues abarcaba los municipios de Guarenas y Guatire, y además las zonas próximas de Higuerote y Río Chico, cuyos habitantes realizan viajes diarios”, señala.
Los pilotes que se alzan en la autopista de Guarenas-Guatire, continúan intactos.
El sistema Cable Tren de Petare es otra obra de infraestructura a medio terminar. En agosto de 2018 Maduro, a través de su cuenta de Twittrer, celebró los cinco años de operaciones del “legtado del Comandante” , sin que los petareños pudiesen disfrutar a sus anchas de este tipo de transporte.
El sistema ideado para trasladar en 10 minutos a los habitantes de Petare Norte hasta la estación del Metro ubicada en el sector, sigue sin contar con las dos estaciones clave que estaban previstas: la del 24 de Julio y la Warairarepano, las cuales en el proyecto hacen conexión con la Línea 5 del Metro de Caracas y el sistema Guarenas-Guatire.
“Iba a ser un megasistema como el que existe en Madrid (España), pues representaría la integración del transporte fundamental para Caracas y los ciudadanos”, señala la docente de Ingenierá Civil de la UCV. Ni qué hablar del Metro de Los Teques. En 2007, el gobierno de Hugo Chávez le asignó a la constructora brasilera la construcción de la línea 2 con 7 estaciones.
A pesar de que fue cancelada la suma de más de 6.000 millones de dólares a la empresa, se construyeron solo dos estaciones y una intermedia: Las Alí Primera, Guaicaipuro e Independencia. En 2015 el Ministerio de Transporte Terestre y Obras Públicas paralizó el funcionaimien to del sistema debido a trabajos para la nueva estación Ayacucho, “que trasladará, una vez puesto en funcionamiento, 30.000 personas al día”, citó AVN. Al sol de hoy, no la estación no fue concluida, como tampoco las otras cuatro ofrecidas, por lo que la población de los Altos Mirandinos, calculada en más de 460.000 personas, carecen de este servicio de transporte. Para el proyecto de la línea 3 fueron aprobados por la vía del endeudamiento 1.566 millones de bolívares en 2013 y 1.404 millones de bolívares en 2014. Se desconoce el destino de los recursos. La ONG Transparencia Venezuela, en su más reciente informe sobre obras inconclusas, menciona este proyecto como “uno de los grandes monumentos a la desidia y la corrupción”.
Otro proyecto de vialidad vital para las comunicaciones es la construcción de otra vía paralela para Caracas-La Guaira. La ampliación de la avenida Boyacá y su conexión con el Distribuidor Baralt, los viaductos Tacagua y el primero de la Caracas-La Guaira, está paralizada.
En el túnel Baralt de 800 metros de longitud que unirá la Cota Mil con la autopista hacia el Litoral central, no se observa personal trabajando y los inmensos pilotes que dan hacia la vía permanecen iguales que hace exactamente un año, cuando el ministro Carlos Osorio hizo la última inspección.
Y la falta de información pública sobrepasa la de los trabajos. “Hay incumplimiento de las leyes de contratación, pues los carteles que señalan datos de la obra, son inexistentes en todas estas”, afirma Herrera.
2019-01-12
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