Zandy Aliendres
En las farmacias es difícil conseguir los medicamentos para controlar la hipertensión, las arritmias y otras afecciones cardíacas, pero cuando el paciente se complica, poder recibir tratamientos sofisticados y operaciones quirúrgicas puede ser un viacrucis.
Actualmente, hay una lista de al menos 600 pacientes que están esperando operación de corazón abierto en el Hospital Clínico Universitario (HCU). Esto se debe a que el centro asistencial no pudo operar desde noviembre de 2014 a febrero pasado por falta de insumos. Hace dos meses los quirófanos abrieron las puertas y comenzaron a operar, pero los familiares del paciente debían llevar todos los materiales.
Actualmente, tiene un poco más de recursos, pero no es suficiente. Jesús Velázquez, residente de tercer año de cardiología y presidente de la Sociedad de Médicos Residentes e Internos del HCU, comenta que del presupuesto solicitado para 2015, las autoridades del Ministerio de Salud aprobaron menos del 50%. Sin embargo, “es algo” y con eso hacen lo que pueden.
“Todavía hay fallas de materiales que hacen falta para hacer el cateterismo, pero el mes pasado mandábamos a comprar al paciente todo. Tenían que comprar el stent, el balón y la guía. Llegó stent, contrastes, válvulas para hacer el cateterismo diagnóstico, pero seguimos sin guía y sin balones”, indica el médico quien añade que sin estos dos últimos implementos no es posible hacer un cateterismo diagnóstico.
En el Hospital de Niños Dr. J.M. De los Ríos, el panorama es menos alentador. Allí no se hacen operaciones desde hace cinco años y solo efectúan 5% de los cateterismos que se practicaban en años anteriores.
Así lo informa Federico Borges, jefe de Servicio de Cardiología del mencionado centro asistencial.
“Hacíamos 350 cateterismos en niños anuales y el año pasado hicimos 15 y en lo que va del año no llegamos ni a 10, o sea que hay un déficit muy importantes en materiales e insumos en los hospitales que no nos permiten hacer los trabajos que tenemos que hacer en cardiopatías congénitas ni en cardiopatías de adultos”, señala el galeno.
“Están faltando todos (los insumos), desde el papel para hacer el electrocardiograma, como el material de oficina para hacer los informes. No tenemos los catéteres, ni los introductores, ni las guías ni el material necesario para poder hacer cateterismo diagnóstico y mucho menos cateterismos terapéuticos que requiere de materiales muchos más específicos”, añade.
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