Karelbys Meneses
La crisis que existe en Venezuela abarca diversos sectores que sin distinción alguna, se han visto considerablemente afectados.
El agravamiento de la economía, repercute negati- vamente en el sistema educativo del país como en muchos otros, que sumados, están generando cada vez mayores estragos en la población venezolana.
Los altos costos de los uniformes que superan los 50.000.000 de bolívares y materiales escolares que van desde 900.000 Bs. (un lápiz), aunado a la falta de efectivo y de unidades de transporte, dificultan cada vez en mayor medida la asistencia tanto de alumnos como de profesores a las instituciones educativas, lo que se ha traducido en una significativa deserción escolar.
Esta situación hace que hoy día, tanto maestros como padres venezolanos se planteen la interrogante de qué hacer para disminuir las consecuencias que de esta situación se desprenden.
Ana Díaz Brito, Profesora de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello señala: “en aras de la situación actual, el rol de la familia es fundamental. No se puede delegar todo, es nuestra responsabilidad crear sensibilidad social y ser proveedores de cooperación además de transformar, que es a lo que llamo buscar nuevas formas a las formas”.
A la vez, Ana Díaz señala como importante que se generen espacios mediante la organización de las propias comunidades en las que además de brindarle recreación a los niños, se refuerce el potencial por medio de la atención que cada padre o vecino de la comunidad, pueda aportar, logrando así, atender las necesidades.
Modelar las conductas de adultos, es otra de las sugerencias que la profesora menciona, haciendo referencia a que en la medida en que la familia dé un buen ejemplo, se hace más fácil revertir los efectos que pueda tener la descomposición social que se está experimentando actualmente y la falta de atención educativa.
El sistema educativo tanto público como privado reportan y evidencian considerable disminución estudiantil, haciéndose cada vez más cuesta arriba, formar tanto a niños como a jóvenes a nivel intelectual; lo que se convierte en una razón de peso para que los padres agoten todos los recursos que están dentro sus posibilidades para forjar y formar desde el hogar, lo que ya para muchos es imposible desde una institución educativa.
Las actividades educativas se están viendo afectadas por diversas razones que recaen y afectan directamente su correcto funcionamiento.
Los planteles educativos también se ven afectados por las recurrentes fallas en los servicios, lo que limita el desarrollo de sus actividades.
Los frecuentes cortes de agua y luz y falta de inversión en las instalaciones, no permiten la existencia de un ambiente apto para la labor educativa.
Los desajustados salarios de docentes y demás personal, conlleva a renuncias frecuentes que son difíciles de sustituir y que por el contrario, le suman dificultades al desarrollo del sistema educativo venezolano.
Personal docente de diferentes planteles educativos expresan su preocupación ante esta situación, ya que cada vez se hace más notoria la ausencia de estudiantes.
Las cifras de deserción escolar en los diferentes niveles, desde primaria hasta el sistema universitario, dan señales de un gran retroceso que dificulta el futuro del país.
“Responder a las necesidades vacacionales no corresponde solo a la recreación de los niños, en estos momentos la familia debe asumir la responsabilidad de ser ese ente social que imparta y refuerce las áreas decadentes que hay hoy en día a nivel de educativo en los niños del país.
Desde nuestras comunidades y dentro de nuestras posibilidades, podemos orga- nizarnos para brindar esa atención educativa que muchos niños no están teniendo desde una escuela por las diversas razones que no son ajenas a nuestro interés y que basta con salir a la calle para darnos cuenta de ellas”. Señaló Ana Díaz, profesora de la Escuela de Educación de La Ucab.
Esta crisis por la que atraviesa el sistema educativo venezolano es percibido como una amenaza latente para la generación futura del país, quienes pese a estas circunstancias, ven cercadas sus posibilidades de formación en aspectos, tanto personales como profesionales.
2018-08-06
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