Piensa dos y hasta tres veces para cambiar de empleo (+Tips)

Posiblemente luego del proceso de confinamiento que estamos viviendo, muchas empresas, tanto pequeñas, medianas e incluso grandes se vean en la necesidad de cerrar o realizar un recorte de personal, y por lo tanto, aumente la tasa de desempleo y la población se vuelque a buscar otras oportunidades.

No obstante, también existe la posibilidad, de que durante este tiempo muchas personas tuvieron un período de reflexión y llegaron a la conclusión de que necesitan un cambio en el campo laboral.

Si este último es tu caso, te conviene pensarlo dos y hasta tres veces para evitar cometer un error.

 

Si lo que te lleva a querer renunciar es el roce con algún compañero en la oficina, o está provocado porque no te llevas bien con el jefe; tómate un tiempo y no renuncies de buenas a primera. Expertos recomiendan reconsiderar el tema y no renunciar por problemas emocionales, unas vacaciones pueden traer de vuelta la motivación; y aunque este período no fue tal, pudo haber servido para limar asperezas y mejorar la convivencia.

Coloca en una balanza lo bueno y lo malo, los beneficios que obtienes, las actividades que realizas, los triunfos y las derrotas, etc. Una vez evaluado todo ello, y si las satisfacciones son mayores, piensa una vez más, si renunciar a tu empleo es lo que te conviene.

Analiza si lo que te está llevando a tomar la decisión de renunciar y cambiar de empleo es la parte económica, es importante que estudies todo el contexto empresarial a nivel mundial, y puedas ver qué pueden ofrecerte en estos momentos, fuera de tu actual empleo, evalúa si ganar más dinero en otra organización, también significa tranquilidad y crecimiento profesional.

La idea no es renunciar porque en otro lado ganarás más dinero y eso es suficiente, porque puede que las responsabilidades terminen agobiándote, el trabajo no sea lo que esperabas y solo lo tomaste de buenas a primera porque el sueldo era superior al que tenías. Recuerda el proceso que estamos viviendo y orienta tu decisión de renunciar a tu estabilidad, por algo que estás realmente seguro va a suplir todo lo que dejas atrás, e incluso aportará más, no solo en lo financiero, sino también en lo personal y profesional.

Si consideras que todos los puntos anteriores ya están estudiados y la decisión que estás tomando sobre realizar un cambio de empleo, es la mejor, no titubees, da el paso y no te ates a una relación laboral, por miedo a lo que pueda venir.

Te recomendamos enfocarte en lo que disfrutas, en cuáles son tus talentos y en qué te interesa, para que puedas fijarte los objetivos en cuanto al empleo que se deseas conseguir. ¡Manos a la obra!