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Aunque los síntomas de las dificultades de la economía venezolana aparecieron cuando el "comandante" Hugo Chávez agonizaba a comienzos de 2013, su sucesor en la presidencia, Nicolás Maduro, atribuyó la tormenta a una presunta "guerra económica" desatada por empresarios inescrupulosos contra el país.
Una economía con alta inflación, escasez y bajo crecimiento es el cuadro que enfrenta Maduro cuando se cumple un año de la muerte de Chávez, al que se suma la agitación política que se manifestó en febrero en una serie de protestas contra el gobierno.
El comandante tuvo el dinero suficiente para taponar cualquier agujero |
En 14 años en el poder, Chávez avanzó en su proyecto político de reivindicación social cabalgando sobre altos precios del petróleo, con apenas el bache de la crisis global en 2009.
El comandante tuvo el dinero suficiente para taponar cualquier agujero y con su discurso convencía a los venezolanos de que las turbulencias no eran sino nubes pasajeras en el horizonte.
Pero las cosas cambiaron a fines de 2012, cuando los precios petroleros se anclaron en alrededor de 100 dólares por barril y la economía registró menor crecimiento.
La inflación registró un asombroso 56,2 por ciento en 2013, junto a un crecimiento del uno por ciento del producto interno bruto, a lo que se suma una drástica depreciación de la moneda, mientras el gobierno elude hablar de devaluación y crea un sistema de cambio múltiple.
La teoría de la "guerra económica" de Maduro se ha impuesto y su respuesta ha sido más controles que son aplicados por jefes militares, quienes vigilan que las tiendas vendan a "precios justos".
Según el Banco Central de Venezuela, el desabastecimiento alcanzó en enero una cifra récord en un lustro. Casi un tercio de los 100 productos más demandados no se encuentran en el mercado.
Maduro agregó a los controles una ley que limita las ganancias de los empresarios, que asegura allanará el camino para una reducción de la inflación.
El gobierno no ha prestado atención a los llamados de advertencia de los especialistas. Su ministro de Planificación, Jorge Giordani, luce inmutable en el gabinete, pese a que sus teorías sobre la pobreza son consideradas interpretaciones típicas de los años 60.
El país tuvo que esperar a la llamada conferencia de paz, convocada por Maduro para acabar con las protestas que se iniciaron el 12 de febrero, para escuchar un sonoro alerta dentro de las paredes de la casa de gobierno.
"El país no está bien, señor presidente", dijo el líder de la agrupación patronal Fedecámaras, Jorge Roig. "Usted tiene que escuchar otras voces diferentes a las que lo acompañan; este es un país que en este momento tiene unas legítimas protestas", agregó.
"Nuestro proyecto tiene nombre y apellido: socialismo bolivariano del siglo XXI", dijo Arreaza |
"Nuestro país no está bien, presidente. Tiene unos indicadores económicos con una inflación de las más altas del planeta; con una tasa de desabastecimiento enorme, donde no se consiguen los productos de primera necesidad; donde en estos momentos prácticamente conseguir trabajo es un imposible y donde nuestros trabajadores tienen que rogar por puestos de empleo", señaló el empresario.
Roig indicó que los empresarios enfrentan "una política económica que no toma las decisiones adecuadas, a nuestra forma de ver las cosas, y ustedes seguirán profundizando en un modelo (socialismo) que, a nuestro juicio, ha fracasado en varios países del mundo".
Los especialistas han alertado sobre la prolongada sequía de dólares, que ha convertido la divisa en un objeto de caza. El gobierno ha acumulado deudas multimillonarias con importadores, líneas aéreas, proveedores de alimentos y equipos médicos, lo que le ha restado confianza.
Los expertos difieren sobre las razones de la escasez de los "verdes" en un país cuyas ventas por petróleo alcanzaron los 96.870 millones de dólares en 2012, donde el promedio del barril de crudo apenas ha bajado de 100 dólares y hay un severo control de cambios desde 2003.
El mercado cambiario controlado es parte de la herencia económica dejada por Chávez, quien llegó a decir que el control se mantendría "de por vida".
Las reservas venezolanas están compuestas mayormente por oro y, del total de casi 27.000 millones, alrededor de 4.000 millones son líquidas y alcanzan para poco más de un mes de importaciones.
Según el economista Jesús Cacique, la sequía de divisas se explica en parte en el hecho de que la petrolera estatal Pdvsa sólo transfiere al Banco Central la mitad de los ingresos por ventas petroleras, mientras el resto lo envía a los fondos de desarrollo y a las prioridades de importación.
El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, casado con una hija de Chávez, recibió en la casa de gobierno a un grupo de empresarios dentro de la conferencia de paz para el ámbito económico, un área paralela a la que busca el fin de las protestas.
Arreaza les regaló "para que lean" la edición del llamado Plan de la Patria, que fue el programa de gobierno que Chávez propuso en 2012 cuando buscó y ganó una tercera reelección.
"Nuestro proyecto tiene nombre y apellido: socialismo bolivariano del siglo XXI. Nuestro socialismo reconoce al sector privado, estatal y socio-comunal, a diferencia de proyectos anteriores. Estamos seguros de que podemos convivir", les dijo.
2014-03-03