La Organización Panamericana de la Salud (OPS) refiere que existen más de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes que se transmiten por contacto sexual.
Por las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 38 millones de personas sexualmente activas de 15 a 49 años de edad en las Américas tienen una enfermedad de trasmisión sexual (ETS).
La OPS afirma que las ETS pueden tener consecuencias para la salud, incluidos síntomas en los genitales, complicaciones durante el embarazo, infertilidad, aumento en la probabilidad de trasmisión del VIH y efectos psicosociales.
En este sentido, es importante destacar los métodos de protección y el condón es uno de ellos.
Riesgos
Daniela Bellorín, psicóloga y orientadora educativa, asegura que en Venezuela una parte de la población masculina, generalmente joven, tiene ciertas percepciones sobre el uso del condón como método preventivo de enfermedades de trasmisión sexual.
Asevera que evitan colocarse el preservativo con el pretexto de la disminución del placer sexual, falta de erección y la molestia que puedan sentir en el miembro.
“Es común escuchar diversas excusas por parte de algunos jóvenes sobre el uso del condón en medio de la actividad sexual. Es un tema de riesgos porque si no te proteges puedes contraer cualquier enfermedad de trasmisión sexual”, dijo Bellorín.
La psicóloga considera que la actividad sexual es un acto que debe realizarse con plena conciencia, más allá del disfrute como necesidad fisiológica del ser humano.
Asimismo, destaca la corresponsabilidad como regla entre las personas que desean tener estos encuentros.
“Tener sexo seguro no solo implica la responsabilidad de una persona, es una responsabilidad compartida que se traduce en disfrute sin riesgos ni consecuencias que lamentar”, expuso.
Se debe educar
Por otra parte, el sociólogo e investigador Néstor Ramírez argumenta que la educación sexual es importante dentro de las sociedades y aún más en la población juvenil, puesto que es la más vulnerable en contraer enfermedades de trasmisión sexual por la falta de información.
Ramírez cree que el tabú que existe en algunos núcleos familiares sobre el sexo y todo lo que esta actividad conlleva puede ser contraproducente para los jóvenes.
Recalca que los padres o representantes, así como las escuelas e instituciones educativas deben reforzar la educación sexual.
Desde el marco legal, el sociólogo se refirió a la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescentes (Lopnna), la cual expresa que esta población tiene derecho a ser informada y educada, de acuerdo a su desarrollo, en salud sexual para una conducta responsable, sana y sin riesgos.
“La familia es la principal institución social y por eso es tan importante todo lo que esta pueda inculcarle a todo individuo, desde la niñez y adolescencia hasta llegar a la adultez. La escuela es la segunda instancia que enseña y educa”, dijo.
“En temas de sexualidad y las enfermedades que se puedan trasmitir, es importante hablar a tiempo y educar para crear a ciudadanos que sepan sobre los riesgos de no protegerse al tener sexo con otra persona”, añadió Ramírez.
Sin datos
Actualmente en Venezuela no hay registros recientes sobre campañas desde las políticas de Estado respecto a la educación sexual y entrega de preservativos.
Algunas organizaciones no gubernamentales, así como fundaciones privadas hacen entrega gratuita de condones en sus instalaciones, además de ofrecer de forma periódica talleres en materia de educación sexual y prevención de ETS.
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