AVN
El Rector de la Universidad Politécnica Territorial de Mérida (UPTM), Ángel Antúnez, instó este jueves a sus pares en instituciones autónomas, como la Universidad de Los Andes (ULA), a pronunciarse clara y enfáticamente en favor de la paz y en contra de la violencia generada por grupos de choque de la derecha.
"Ante las guarimbas no nos podemos quedar callados quienes dirigimos las universidades en Mérida, esta es una ciudad para la cultura, para la paz, para la poesía y el humanismo, es una ciudad educadora y por eso tenemos que hacer un llamado al civismo", recalcó.
Antúnez hizo el llamado al evaluar los daños materiales y pérdida de vidas que ha ocasionado la pretensión de avivar desde Mérida y Táchira un golpe de Estado continuado en contra del Gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro y la Constitución Venezolana.
"En la ULA debe privar la sensatez, hace falta normalizar la actividad en la ciudad, hace falta que esta universidad con años de tradición haga sentir su peso llamando a la paz. Sería lamentable que la ULA esté conspirando en estos actos terroristas que vive la ciudad de Mérida", resaltó el rector.
"Hay que recoger a estas personas que le están haciendo daño, incluso a los vecinos de las urbanizaciones que tienen tomadas", subrayó Antúnez en referencia a los grupos violentos de la derecha que mantienen sitiados varios sectores de la capital merideña.
Denunció la implementación de prácticas de intimidación contra las familias, el cobro de dinero para salir o entrar de las zonas sitiadas y la permanente amenaza a los bienes e integridad de las personas, por parte de los grupos radicales en la capital merideña.
Asimismo, el rector de la UPTM informó que esta casa de estudios ha sido víctima de un ataque despiadado por parte de grupos de choque de la derecha.
Daños a unidades de transporte estudiantil, al edificio sede y a espacios para el cultivo experimental, se contabilizan como afectación generada por fascistas en contra de esta universidad.
El rector destacó que se han visto en la obligación de esconder ocho autobuses que prestan servicios en rutas estudiantiles, para evitar la quema de los mismos por parte de estos grupos.