La alimentación saludable es un aspecto fundamental para el adecuado desarrollo de los niños y adolescentes, por ello las cantinas escolares juegan un papel importante en la promoción de comidas sanas.
Es así como deben ofrecer alimentos y bebidas que cumplan con los estándares nutricionales establecidos por las autoridades competentes.
Sin embargo, cuando una bodega escolar decide vender productos no autorizados o que representan un riesgo para la salud de los estudiantes, se puede enfrentar a diversas sanciones.
En el 2015 se lanzó una normativa sobre qué se podía vender dentro de una cantina.
La resolución prohibía la distribución de refrescos, bebidas energizantes, té, comidas altas en grasa y frituras.
No obstante, dicha normativa fue derogada poco tiempo después.
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De igual manera, hay ciertos productos que no deben venderse por el simple hecho de que no son recomendados para el consumo de los menores de edad.
La abogada civil Lucia Cruz, en conversación con 2001, señaló que tanto el plantel educativo como las cantinas pueden recibir una amonestación por escrito si se presenta una infracción así.
“Se les puede advertir sobre la venta de café a menores o algunos productos no saludables para ellos”, expresó.
En caso de que la situación se alargue, e incluso un padre reclame porque a su hijo le vendieron algo no autorizado, estos espacios son cerrados temporalmente.
Además, la abogada explicó que esto puede traer sanciones económicas, tanto a la escuela como a quienes trabajan para la cantina.
¿Qué se pueden vender en las cantinas?
El Instituto Nacional de Nutrición (INN) refiere en su página web que queda prohibido el uso excesivo de sal, de cubitos, sazonadores y otros potenciadores de sabor
No está permitida la venta de bebidas energéticas y café. Señalan que está prohibido vender “comida chatarra”, como perros calientes, hamburguesas y pizza, entre otros.
También indican que cuenta como infracción la venta de comidas a base de embutidos y enlatados como atún, sardina y jamón endiablado.
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El INN destaca que las cantinas deberían promocionar buenos hábitos alimentarios, pero muchos de ellos venden provisiones con grasas dañinas, azúcar y sal.
“Está comprobado que el consumo frecuente de estas comidas puede causar caries, sobrepeso, obesidad, diabetes y engrosamiento de las paredes arteriales”, reseñan en su portal.
Recomiendan vender comidas asadas y sancochadas, como arepas o bollitos de maíz.
También autorizan la venta de sándwich con rellenos saludables y cereal.
En cuanto a las bebidas, se deben ofertar jugos naturales y agua para disminuir el consumo de refrescos y juegos procesados.
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