La resequedad vaginal o vagina reseca es un síntoma en pacientes que sufren cambios hormonales.
Un ejemplo es cuando toman anticonceptivos orales, durante la lactancia y en la menopausia.
En estos casos, ocurre un adelgazamiento de la mucosa vaginal, generalmente con pérdida de la elasticidad, que dificulta las relaciones sexuales.
Otras causas de resequedad son:
- Hipertensión arterial no controlada
- Fumar cigarrillo
- Poca frecuencia sexual
- Antecedentes de quimioterapia o radioterapia, sobre todo en el área pelviana.
Tanto los lubricantes como hidratantes vaginales pueden ayudar a tener relaciones sexuales sin molestia y/o dolor.
Ambos productos pueden adquirirse en cualquier farmacia sin necesidad de una receta médica y usarse durante los contactos íntimos o de coito.
La médica ginecobstetra Carmen Mantellini explica la diferencia y ventajas de cada uno.
Por una parte, indicó que los lubricantes vaginales son sustancias diseñadas para resolver la resequedad o falta de lubricación durante las relaciones sexuales, evitando la molestia y el dolor.
Estos se aplican justo antes de tener relaciones y actúan rápidamente.
Entretanto, los hidratantes vaginales, como su nombre lo dice, hidratan la mucosa vaginal reseca y se absorben dentro del tejido.
“Pueden ser aplicados en cualquier momento, y están diseñados para usarse de forma constante y por tiempo prolongado. Suelen venir en cremas, geles y supositorios, algunos contienen incluso aceites esenciales”, detalló la doctora.
¿Cómo elegir el mejor?
Con relación a los lubricantes es muy importante elegir aquellos que refieran su osmolaridad y pH, recomienda la experta.
Según la Organización Mundial para la Salud, deben tener un pH ácido, similar al vaginal, siendo ideal de 3.8 y hasta un máximo de 4.5.
La osmolaridad debe estar controlada, no debiendo exceder los 1200mOsm/kg. Aunque desafortunadamente no todos los lubricantes reportan su pH y osmolaridad.
“Un lubricante debe contener ingredientes de calidad, por ejemplo, que contengan ácido hialurónico, bioadhesivos y/o extractos de aceites naturales”, precisó Mantellini.
De igual modo, refirió que no deben contener agentes antibacterianos como la chlorhexidina, ni espermicidas como el nonoxinol-9.
En primer lugar, acaban con el ecosistema vaginal, al destruir a las bacterias que ahí habitan y que favorecen la salud genital.
Por el otro lado la especialista afirmó que irritan la mucosa vaginal lo que facilita el ingreso de gérmenes de transmisión sexual y afectan la motilidad de los espermatozoides.
“Eso, entre otros factores, es un efecto secundario no deseado en pacientes que están buscando quedar embarazadas”, aseveró la ginecobstetra.
Adicionalmente, recomendó que no deben contener fragancias, sabores ni colorantes, pues se comportan igualmente como irritantes de la mucosa vaginal, lo que favorece la irritación y molestia.
“Algunas mujeres a pesar del uso continuo de hidratantes y lubricantes, no sienten mejoría, y es en la consulta donde se les indica tratamientos hormonales específicos para recuperar la lubricación natural y la elasticidad”, manifestó la profesional de la salud vaginal.
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