En más de año y medio de pandemia por coronavirus, las noticias relacionadas con el cáncer de mama son poco alentadoras, según confiesa con angustia Bolivia Bocaranda, presidenta de la ONG venezolana SenosAyuda.
Las cifras negativas van todas en aumento y el panorama para los sectores menos favorecidos es desolador, según denunció Bocaranda en entrevista con la dirección de 2001, “La Conversa 2.0”; un Instagram Live por la cuenta @2001online.
“La cifra de muertes es de nueve mujeres al día. El año pasado era de siete y el antepasado, de cinco”, indica la activista.
La edad de mayor incidencia del mal entre las criollas oscila entre los 45 y 54 años. Al tiempo que el mayor número de desenlaces fatales está en la población femenina entre 55 y 64 años de edad.
Las muertes anuales se dispararon hasta 3.127 y la incidencia del cáncer de mama en Venezuela marca los 7.885 casos.
“Las mujeres más afectadas son sostén de hogar. Mujeres que tienen escasos ingresos, salario mínimo, a quienes se les hace imposible costear una consulta, mucho menos el tratamiento completo”, explica Bocaranda.
ECONOMÍA
SenosAyuda ha determinado que la mamografía más económica ronda los $20, en sitios solidarios. Pero a la vez bastante confiables en cuanto a la calidad del estudio.
La desesperación por apoyo lleva muchísimas mujeres a recurrir a instituciones como esta, pero lamentablemente no está a su alcance satisfacer toda la demanda.
“Este año aumentó en 40% la cantidad de afectadas que acuden a nosotros en busca de algún apoyo. Es una responsabilidad del Estado venezolano que no estamos en capacidad de asumir. Tampoco fue el objetivo por el cual nacimos hace más de 20 años”, aclara Bolivia Bocaranda con el propósito de no generar falsas expectativas en la población.
Explica que SenosAyuda hace diligencias con clínicas privadas para lograr los más altos descuentos posibles. También se mueve dentro y fuera del país para conseguir algunos medicamentos, pero su radio de acción es limitado.
Insiste en que todo el diagnóstico hecho al sistema de salud nacional, relacionado con el cáncer de mama, es responsabilidad del gobierno, no de las ONG o fundaciones.
“Podemos ayudar para que una mujer comience su tratamiento, pero al llegar a la etapa de radioterapia o quimioterapia, ya se nos hace imposible. Eso es muy costoso y delicado. En Venezuela, por ejemplo, 80% del servicio público de radioterapia está paralizado. Eso es un verdadero drama”, describe. A pesar de un panorama muy adverso, SenosAyuda no tira la toalla y mantiene sus alianzas con empresas privadas para tenderle una mano a miles de mujeres venezolanas que requieren apoyo urgente y no sucumbir ante una enfermedad que no debe ser una sentencia de muerte.
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