Erick S. González Caldea| egonzalez@bloquedearmas
Una familia se levantó más o menos a las 5:00 de la madrugada de un sábado, para poder disfrutar del sol y la arena de los balnearios del litoral central, específicamente, de La Guaira. Típico de todo buen criollo, primero prepararon su bolso con broceador, toallas de baño, y el protector solar. Sin embargo, el paseo a la playa está cargado de gastos producto de la inflación venezolana.
Todo el viaje le puede salir más o menos, en unos 181 mil bolívares, que supera los 136.543,4 bolos del salario mínimo. En este presupuesto esta incluido: Un plato de pescado (sea cual sea) para cinco personas, el pasaje en autobús, y los refrigerios que se puede comer en el balneario.
Un día de playa. Al llegar a Gato Negro, frente al parque Alí Primera (del Oeste), el grupo tiene dos opciones de viaje. El primero, si deciden esperar más de 4 horas, es montarse en los yutones del Estado, cuyo ticket es de Bs 350 por persona.
La segunda es irse en las camionetas privadas, donde el pasaje varía entre 4 mil y 5 mil bolívares, elección que acabaría con el presupuesto de cualquiera.
En total, una familia de cinco integrantes gasta solo en pasaje al menos 40 mil bolívares, ida y vuelta, desde las paradas en los balnearios y Caracas. Este costo aumenta pasadas las 6 de la tarde en el litoral. Sumado al gasto de transporte, sigue el precio del alquiler de toldos y sillas en las costas vargenses.
El costo de este servicio pasó de 6 mil bolívares a 10 mil bolívares, mientras que las sillas extras tienen un precio de 3 mil bolívares.
“Los precios tuvieron que aumentar debido a la inflación en el país. No podemos hacer nada. Debemos mantener las playas”, sostuvo una vendedora de un balneario ubicado en Camurí Grande, quien prefirió no ser identificada.
Destacó que el aumento fue de aproximadamente 80% del precio, debido a que los servicios más básicos, como es la limpieza de las playas, no son prestados en los balnearios, por lo que la responsabilidad recae en los vendedores y los arrendadores de los toldos.
Un pescadito. Pasaron las horas. El sol inclemente y el calor se apoderan de los balnearios. Algunas familias optan por llevar sus propios refrigerios y bebida. Sin embargo, un pote de agua, un refresco o hasta un jugo, no baja de 5 mil bolívares, en la tiendas de Vargas.
Al menos 23 mil bolívares puede gastar una familia al comprar algo para tomar todo el día. Esto sin contar bebidas alcohólicas, cuyo costo sobrepasa de 10 mil bolívares la botella.
A las 12:00 del mediodía, el estómago de cualquiera pide algo para llenarse. Un plato de tostones familiares puede costar entre 12 mil y 17 mil bolívares. Mientras que un “rompe colchón” tiene un precio de Bs 9 mil en adelante. Las ostras no se quedan atrás con un valor de Bs 10 mil el plato.
Los platos fuertes en todo día de playa son los pescados. Un pargo en las costas de Vargas no baja de 20 mil bolívares. Mientras que una rueda de cualquier pez mantienen su precio de 25 mil a 35 mil bolívares en los quioscos.
En promedio, una familia de cinco integrantes, por la media baja, puede gastar más de 100 mil bolívares si decide comer en la playa.
Para las 4:00 de la tarde, el paseo familiar concluyó. Regresar a Caracas por la misma camioneta es esperar un buen rato. A pesar de los precios, los cuales fueron fuertemente criticados por muchos en los balnearios recorridos por el equipo del Diario 2001, muchos aseguraron que lo mejor es pasar un rato en familia, para distraerse de todo el acontecer que se genera en la ciudad capital.
2017-10-01