Los venezolanos no tienen dudas de que el llamado "médico de los pobres" José Gregorio Hernández, es un santo verdaderamente milagroso, una condición que esperan le de el Vaticano y que ya le otorgan desde los más humildes campesinos hasta el mismo presidente Hugo Chávez, que murió de cáncer el año pasado.
El "venerable", como le llaman sus devotos, aún no ha sido reconocido como santo por el Vaticano, que exige un milagro definitivo y bien documentado preceptivo para su beatificación.
Por ello la iglesia venezolana ha decidido iniciar este año, en coincidencia con el 150 aniversario del nacimiento del médico, una cruzada para hallar ese favor, movilización que ya tiene como antecedente la solicitud que le hizo el mismo jefe de Estado, Nicolás Maduro, al papa Francisco, durante una breve visita que le hizo el año pasado.
José Gregorio, como le dicen familiarmente los venezolanos, nació en el pueblo de Isnotú, en el estado andino de Trujillo (oeste) en octubre de 1864 y murió en 1919 atropellado por uno de los pocos vehículos que circulaban entonces por Caracas mientras buscaba medicinas para un paciente pobre, según sus biógrafos.
No se sabe cuándo se le empezaron a pedir favores, pero se le atribuyen miles de curaciones milagrosas.
Los supuestos milagros son tema de conversación frecuente en los pasillos de hospitales y clínicas de Venezuela donde decenas de pacientes, sobre todo aquellos en estado crítico, reportan haber visto a un médico, con bata o sin ella, con sombrero o sin él, pero siempre con bigotes, que los examina y da una palabra de aliento.
Ese señor no forma parte del personal médico, pero el enfermo se cura, aseguran.
También hay quien asegura que ha visto estudios radiológicos de personas curadas en las que aparece una pequeña imagen que identifica con la cara del médico.
Sin embargo, según la Iglesia, para todas estas apariciones existe una explicación terrenal o científica.
Solo en 2013 llegaron 234 reportes a la oficina que lleva la lista de las personas que aseguran haber sido bendecidas por un milagro del médico.
No obstante, la cuenta de los presuntos milagros empezó a organizarse en una oficina de la iglesia recientemente. Se sabe que en el año 2012 se reportaron 65 favores y en 2011 apenas 14.
Así, los milagros, aunque parecen abundantes, no se reportan con el rigor exigido por el Vaticano y se invalidan. Otros presuntos beneficiados, simplemente no lo reportan y se limitan a honrar su memoria en la iglesia de la Candelaria, en el centro de Caracas, donde reposan sus restos o en Isnotú.
El arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, activó a mediados de enero una Comisión Nacional para la Celebración de los 150 años del nacimiento de "José Gregorio", como lo llaman los venezolanos que tiene entre sus objetivos compilar la mayor cantidad de favores para dar con el milagro de la beatificación.
"Se han presentado dos (supuestos milagros) ante la Santa Sede pero no han sido considerados milagros sino hechos que se pueden explicar por las causas naturales, por los grandes avances de la medicina", dijo Urosa al anunciar la activación de la comisión conformada por obispos, médicos y académicos de diferentes áreas.
El médico Manuel Guzmán, del Hospital José María de Caracas y miembro de la comisión, explicó que "para definir un milagro tiene que tratarse un hecho extraordinario, no explicable por la ciencia, definitivo" y que se realice preferiblemente de forma rápida.
La comisión recién instalada tiene entre sus objetivos principales compilar la mayor cantidad de testimonios "de los miles de venezolanos que han recibido favores y presuntos milagros de dios, por intersección del doctor José Gregorio Hernández".
Y el objetivo final es, explicó Urosa, "poder presentar a la Santa Sede un posible milagro y que el papa decrete su beatificación", dijo tras asegurar que el sumo pontífice ha manifestado gran interés en esta causa.
A José Gregorio, según los religiosos, no solo le piden los venezolanos pues, al parecer, de toda América Latina y en España, "especialmente en las Islas Canarias" le llueven súplicas, de acuerdo con su biógrafo, el teólogo Alfredo Gómez, que también forma parte de la comisión.
La vida de entrega a ayudar a los pobres, es la que Gómez resalta como la más destacada del hombre que fue José Gregorio y la que le valió ya el reconocimiento de sus "virtudes heroicas" por el Vaticano en el año 1986.
El también biógrafo de José Gregorio, el médico Miguel Yaber, asegura que el día de la muerte del venerable éste se encontraba atareado en busca de medicamentos para una paciente pobre muy enferma.
Por ello, además de la búsqueda de un milagro, la comisión para celebrar el aniversario 150 del natalicio de Hernández también tendrá como objetivo difundir la "fecunda vida" de este venezolano que fue, no solo médico, sino también profesor universitario, investigador y "cristiano ejemplar". EFE