Agencia EFE
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó de "escándalo mundial" las operaciones de espionaje a gobiernos por parte de Estados Unidos y expresó su apoyo a una solicitud presentada por Alemania y Brasil para que Naciones Unidas abra una investigación.
"Nosotros queremos anunciar el respaldo a la moción de la presidenta (brasileña) Dilma Rousseff y de Alemania para que Naciones Unidas entre a debatir y a tomar medidas en contra del espionaje (…) por parte de los organismos de inteligencia de los Estados Unidos", anunció Maduro durante un acto de Gobierno.
Además, señaló que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) emitirá un pronunciamiento para condenar las prácticas de espionaje.
La ALBA está integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, y Santa Lucía.
Alemania y Brasil presentaron la semana pasada un borrador de resolución para que la Asamblea General de la ONU se pronuncie en contra del espionaje y en defensa de la protección a la privacidad y las comunicaciones.
La magnitud del espionaje de EE.UU. a sus ciudadanos y a personas, empresas y Gobiernos extranjeros salió a la luz hace unos meses a través de algunos de los documentos filtrados a la prensa por el exanalista de la CIA Edward Snowden, actualmente asilado en Rusia.
Esas revelaciones han elevado las críticas de países como Brasil y México y más recientemente de líderes europeos como la canciller alemana, Angela Merkel, a la Administración de Barack Obama, mientras el diario británico The Guardian ha asegurado que EE.UU. llegó a espiar a 35 mandatarios mundiales.
A su vez, el New York Times publicó que Venezuela integraba en 2007 una lista de seis objetivos prioritarios para el espionaje de la agencia estadounidense NSA, preocupada por la amenaza que la influencia del Gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez podía suponer para los intereses de EE.UU. en América Latina.
Rodeado por su gabinete y por los gobernadores de los estados del país, Maduro insistió en acusar a Estados Unidos por el golpe de Estado que en abril del 2002 sacó brevemente del poder al entonces presidente Chávez.
El ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, dijo que las denuncias de presunto espionaje de Estados Unidos en su país confirmaban las acusaciones de Maduro sobre una "guerra económica" contra su Gobierno.
Miércoles 6/11/2013