El gobierno de Venezuela dio por terminado el proceso de acercamiento para normalizar las relaciones con Estados Unidos, tras rechazar el aval que dio Washington a las declaraciones de su candidata a embajadora en las Naciones Unidas, Samantha Power, respecto a que luchará contra la represión en Venezuela y Cuba.
En una declaración emitida la noche del viernes, la Cancillería señaló que Venezuela "jamás aceptará injerencias de ningún tipo en sus asuntos internos".
"Con el respaldo del Departamento de Estado a la agenda injerencista planteada por la candidata a embajadora Samatha Power, la república bolivariana de Venezuela da por terminados los procesos iniciados en las conversaciones de Guatemala, que tenían por fin la regularización de nuestras relaciones diplomáticas", señala el comunicado en relación con la recientes conversación del canciller Elías Jaua con el secretario de Estado norteamericano John Kerry.
El texto añade que el gobierno rechaza categóricamente las declaraciones de Powers en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, en las que afirmó que será parte de su trabajo "luchar contra la represión a la sociedad civil" en varios países, entre ellos Venezuela.
"Sus opiniones irrespetuosas han sido hoy avaladas y respaldadas por el Departamento de Estado, contradiciendo el tono y el contenido de lo expresado por el secretario Kerry en el encuentro sostenido con el canciller Elías Jaua Milano en la ciudad de Antigua, Guatemala, en junio pasado".
La Cancillería considera "inaceptable e infundada" la preocupación expresada por Estados Unidos acerca de la supuesta represión en Venezuela hacia la sociedad civil y afirmó que por el contrario, el gobierno de Venezuela ha "demostrado ampliamente que posee un sólido sistema de garantías constitucionales para preservar la práctica y el respeto irrestricto a los derechos humanos fundamentales; tal y como ha sido reconocido por la ONU en múltiples oportunidades y escenarios".
"En cambio, el mundo entero expresa constantemente su preocupación por prácticas represivas ejercidas por Estados Unidos, entre ellas, la violación de los derechos humanos en la prisión ilegal de Guantánamo, las matanzas a civiles perpetradas por aviones no tripulados (drones) y la lamentable persecución desatada contra Edward Snowden, víctima de la más feroz represión, por ejercer su derecho a disentir y denunciar prácticas del Gobierno de Estados Unidos", añade el comunicado.
Venezuela reitera que, tal y como ha sido expresado por el presidente Nicolás Maduro, construir una buena relación con el gobierno de Estados Unidos "pasa por practicar el respeto mutuo y el reconocimiento absoluto y total de los principios de soberanía y autodeterminación". Venezuela "jamás aceptará injerencias de ningún tipo en sus asuntos internos".
"Con el respaldo del Departamento de Estado a la agenda injerencista planteada por la candidata a embajadora Power, Venezuela da por terminados los procesos iniciados en las conversaciones de Guatemala, que tenían por fin la regularización de nuestras relaciones diplomáticas", reiteró.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos están a nivel de encargados de negocios después roces diplomáticos desde 2008. Jaua y Kerry intentaron un acercamiento que se vio obstaculizado por la oferta de Maduro de darle asilo a Snowden./AFP