EFE
Brasil registró en las últimas 24 horas 23.421 nuevos contagios de COVID-19, con lo que el número de casos confirmados superó el listón de los 3,6 millones, así como 494 nuevas muertes, que acercan el número de fallecidos a 115.000, informó este domingo el Ministerio de Salud.
Según el boletín divulgado en la noche de este domingo por el Ministerio de Salud, Brasil acumula 114.744 muertes y 3.605.783 contagios de coronavirus desde que registró el primer caso de la enfermedad, el 26 de febrero, hace casi seis meses.
Los números de muertes y contagios este domingo se ubicaron muy por debajo de los de los últimos días, pero el Ministerio ha aclarado que las estadísticas los fines de semana por lo general son menores debido a que hay menos funcionarios procesando los datos.
El número diario de fallecidos cayó desde 1.212 el miércoles, 1.204 el jueves, 1.054 el viernes y 892 el sábado hasta 494 este domingo. El de contagios se redujo desde 50.032 el sábado hasta 23.421 este domingo.
De acuerdo con los datos del Ministerio, el número de pacientes que se recuperaron y ya fueron dados de alta subió hasta 2.739.035, lo que representa el 76,0 % del total de contagiados, mientras que otras 752.004 personas (20,9 % de los infectados) continúan bajo cuidados médicos.
Pese a las elevadas cifras de fallecidos y casos, las informaciones indican que la pandemia comienza a estabilizarse en el gigante sudamericano y que el país aparentemente ya pasó por el pico de la curva de contagios.
Ello debido a que, tras varias semanas con más de mil fallecimientos diarios, el promedio diario de nuevas muertes en los últimos 7 días se ubicó en 990, prácticamente sin variación frente al registrado hace dos semanas.
De la misma forma el promedio diario de nuevos contagios en los últimos 7 días cayó a casi 37.000, con una reducción del 12 % frente al registrado dos semana antes.
Brasil superó el listón de los 3,6 millones de contagios precisamente la jornada en que completó 100 días sin ministro titular de Salud, cargo ejercido interinamente por un general del Ejército sin ninguna experiencia en el área.
Cuando el general Eduardo Pazuello asumió como ministro interino de Salud, el 16 de mayo, Brasil tan sólo era el sexto país con más casos de COVID-19 en el mundo, con 218.223 contagios, y contabilizaba 14.817 muertos.
Pese al aumento de los números, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, un crítico de las medidas de distanciamiento social para frenar la pandemia, volvió a defender este domingo la normalización de las actividades económicas y la reapertura de todo el comercio.
"El momento es de abrir el comercio con responsabilidad, volver a la normalidad y rescatar los empleos", afirmó el líder ultraderechista en un vídeo que publicó en sus redes sociales.
El capitán de la reserva del Ejército es uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad de la enfermedad, a la que llegó de tildar de "gripecita" pese a que fue uno de los 3,6 millones de brasileños que la contrajo, y desde un comienzo ha manifestado más preocupación con los efectos económicos de la crisis.
2020-08-23
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