La canciller alemana, Angela Merkel, considera "evidente" que se irán reduciendo las restricciones a los vacunados y contempla levantar las prioridades en el orden de la vacunación hacia junio.
Quienes hayan recibido la pauta completa -es decir, las dos dosis, en el caso de BioNTech, Moderna y AstraZeneca, quedarán eximidos la obligatoriedad de presentar un test negativo en ciertos comercios o peluquerías, así como de cuarentenas o la presentación de un pcr de regreso de un viaje, indicó la líder alemana, tras una reunión con los jefes de gobierno de los 16 "Länder".
A partir de junio, se habrá levantado en todo el país el actual orden de prioridades para ser vacunados, sea por edad, por pertenecer a grupos especialmente vulnerables o ser trabajadores esenciales, añadió. En algunos estados federados ya ha empezado a aplicarse o al menos flexibilizarse estas normas, implantadas al iniciarse la campaña de vacunación para agilitzarse entre estos grupos.
"Eso no significa, sin embargo, que a partir de entonces todo el mundo vaya a ser vacunado de inmediato, si no que a partir de entonces cada uno puede pedir su cita para vacunarse", matizó.
Merkel reiteró asimismo que el objetivo de su gobierno es haber podido ofrecer la posibilidad de vacunarse hasta el final verano -es decir, el 21 de septiembre-. Este fue el propósito declarado de la canciller al iniciarse la vacunación, aunque siempre condicionado a que no surjan nuevas mutaciones que obliguen a replantear el calendario o contra las que no sean efectivos los preparados actuales.
La canciller insistió, asimismo, en que su gobierno se plantea adquirir de forma bilateral la vacuna rusa, Sputnik V, en cuanto haya recibido la aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Recordó, sin embargo, que hasta el momento no hay la "documentación completa necesaria" para cerrar ese proceso, por lo que se siguen adelante con los planes concertados con las otras farmacéuticas.
La reunión de Merkel con los poderes regionales es la primera desde que se activó el llamado "freno de emergencia", tras superar el trámite parlamentario la modificación de la Ley de Infecciones que contempla pautas de actuación uniformes para todo el país en cuanto se superen una incidencia de 100 casos semanales por 100.000 habitantes. Ello significa, de facto, una limitación para los "Länder", que hasta ahora implementaban según su criterio las normas previamente consensuadas con el gobierno federal.
El nivel de incidencia ha aumentado de forma continuada desde hace unas semanas y actualmente la media nacional se sitúa en los 169,3 casos en siete días. En la mayoría del país rige un toque de queda nocturno -desde las 22.00 a las 05.00 de la mañana-, mientras que ahí donde se superó la marca de los 165 casos se han suspendido las clases presenciales en las escuelas.
Pese a esa situación, tanto Merkel como los líderes del "Land" de Berlín, el socialdemócrata Michael Müller, y de Baviera, el conservador Markus Söder,, coincidieron en que la situación apuntaba a la esperanza, especialmente por el avance de las vacunaciones.
Un 23,4 % de la población -unos 19,4 millones de habitantes- ha recibido ya la primera dosis, mientras que a un 7,4 % -unos 5,9 millones- se le administró la pauta completa, según los datos del 25 de abril del Instituto Robert Koch de virología (RKI).
Merkel recordó en ese sentido que las últimas evaluaciones del RKI concluyen que los inmunizados y los pacientes recuperados tienen un menor riesgo de contagiar a otras personas que aquellos con un test negativo de antígenos.
Desde el gobierno alemán se ha insistido, sin embargo, en que los inmunizados deberán seguir cumpliendo las medidas básicas, como el uso de mascarilla o la distancia de seguridad.
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