El aumento de los contagios de covid-19 entre los niños y las divergencias sobre las mascarillas y las vacunas han ensombrecido el comienzo del curso escolar en Estados Unidos; al enfrentar a padres con profesores, a escuelas con políticos y al Gobierno federal con varios estados.
Uno de cada cuatro alumnos estadounidenses vuelve a la escuela esta semana, en muchos casos por primera vez en persona desde el comienzo de la pandemia; y lo hacen en un clima de nerviosismo y preocupación por la propagación de la variante delta en Estados Unidos.
Aunque todavía no hay pruebas de que esa variante genere casos más graves entre los menores; lo cierto es que los contagios entre niños y adolescentes se están disparando en varios estados con casi 94.000 nuevos casos detectados la semana pasada; según datos de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).
Las vacunas aprobadas en Estados Unidos solo están autorizadas para su uso en mayores de 12 años, lo que preocupa a muchos padres; especialmente en las ciudades y territorios cuyos líderes se resisten a ordenar el uso obligatorio de mascarillas en las escuelas.
Siete estados del país han prohibido de hecho que se impongan mandatos de mascarillas en las escuelas; una medida que ha generado una fuerte resistencia en el caso de dos de los territorios con más contagios: Florida y Texas.
Dos de los principales distritos escolares de Texas, los de Dallas y Austin; anunciaron este martes mandatos de mascarilla para todos sus estudiantes; personal y visitantes, en un desafío directo a la orden del gobernador republicano del estado, Greg Abbott.
Además, las autoridades de San Antonio y del condado de Bexar presentaron este martes una demanda para frenar el veto a los mandatos de mascarillas de Abbott; con el objetivo de poder exigir el uso de cubrebocas en las escuelas.
En Florida, el estado con mayor tasa de infecciones del país, el gobernador Ron DeSantis amenazó este lunes con suspender los salarios de los superintendentes escolares que desafíen la orden ejecutiva sobre las mascarillas, como han hecho ya los condados de Alachua, Duval y Broward.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, insinuó al respecto que el Gobierno de Biden podría recurrir a los fondos del plan de rescate por la pandemia que; según aseguró; Florida no ha distribuido todavía, para pagar a esos superintendentes que ordenen el uso de mascarillas.
“(Esos fondos) están bajo discreción federal, solo hay que distribuirlos a las escuelas. Estamos examinando qué es posible” hacer para ayudar a quienes desafíen a DeSantis, dijo Psaki este martes durante su rueda de prensa diaria.
No obstante, Biden aseguró después que no cree que tenga la autoridad legal para intervenir en estados como Texas o Florida; y sortear sus prohibiciones a los mandatos de mascarillas, aunque lo está “estudiando”.
EFE
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