A lo largo de la historia, las mujeres han tenido un importante papel en el mundo de la tecnología; y de la innovación dejando huella en múltiples disciplinas con descubrimientos que transformaron la sociedad y que, sin duda, cambiaron el mundo.
Desde Marie Curie por sus trabajos sobre la radioactividad, Ada Lovelace por ser la primera programadora de informática y pionera en los lenguajes de programación o Hedy Lammar por sentar las bases que hoy día permiten el uso del WiFi, grandes mujeres en la historia han revolucionado nuestras vidas con sus inventos.
Esta maestra de origen leonés es considerada como la impulsora del libro electrónico; ya que «anticipó con sus proyectos el diseño y prestaciones de los soportes de lectura actuales» en los complicados años tras la Guerra Civil en España.
«Impulsada por el objetivo de facilitar el aprendizaje a sus alumnos y convencida de que la educación necesitaba un enfoque más moderno e interactivo; Ángela Ruiz Robles ideó y llevó a la práctica un prototipo de libro mecánico»; explican en la monografía elaborada en 2013 por el Ministerio de Economía y Competitividad y Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España.
Primera invención
Nació en Villamanín (León) y cursó sus estudios superiores en la Escuela de Maestras de León. Como destacan en la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco, en el año 1916 concibió su primera invención, un sistema taquigráfico. En el año 1949 registró una patente denominada como bajo el título de “procedimiento mecánico; eléctrico y a presión de aire para lectura de libros”, que posteriormente se convirtió en su famosa enciclopedia mecánica.
El propósito de su creación era que «las lecciones de cada asignatura estuviesen separadas y dispuestas en diversas placas u hojas que al ser accionadas mediante unos sencillos pulsadores se elevarían mecánicamente o por aire comprimido hasta mostrarse al alumno a través de una pantalla con capacidad de aumento», añaden desde la Cátedra.
Sin duda, uno de los elementos esenciales actualmente en los vehículos es el limpiaparabrisas. Un artilugio que utilizamos de forma rutinaria para la limpieza del carro, que se atribuye a la empresaria Mary Anderson. Esta empresaria nata nació en el año 1866 en el Condado de Greene, Alabama, aunque acabó residiendo en la ciudad de Birmingham, del mismo Estado.
Desde joven se dedicó al mundo de la construcción con la edificación de apartamentos e incluso gestionó una granja de ganado y viñedos en California. En uno de sus viajes a Nueva York cuando observó como el conductor del tranvía tenía que detener el aparato para limpiar los cristales por la lluvia. Así fue como acabó diseñando «un artilugio que consistía en unir a un brazo metálico una lámina que arrastrara el agua de la luna en plena conducción»; explican desde la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco.
Patentó su invento en el año 1903
Mary Anderson patentó su invento en el año 1903 ante la oficina de patentes de Estados Unidos y en poco tiempo algunas reconocidas marcas de vehículos como Ford comenzaron a implementarlo.
Una de las facetas más conocidas de Hedy Lamarr fue la de actriz de Hollywood; pero también es reconocida por ser la inventora de un sistema de comunicación conocido como técnica de transmisión en el espectro ensanchado. Junto con el compositor George Antheil, consiguió desarrollar un sistema de comunicación por radio para uso militar durante la Segunda Guerra Mundial.
Como destaca en su biografía oficial; «Hedy Lamarr patentó una idea que luego se convirtió en la muleta de las comunicaciones militares seguras y la tecnología de telefonía móvil». Así, en el año 1942 plantearon este sistema cuya idea original implicaba «cambiar las frecuencias de radio simultáneamente para evitar que los enemigos pudieran detectar los mensajes».
Bases de las comunicaciones inalámbricas modernas
Esta creación sentó las bases de las comunicaciones inalámbricas modernas, ya que aunque al principio no obtuvo viabilidad; la llegada del transistor hizo que «fuera muy importante tanto para el ejército como para la industria de la telefonía celular». Esto significa que fue el primer gran paso que permite que hoy en día podamos utilizar el Wifi.
Si hay alguien a quien le debemos el poder tomar café esa es sin duda Melitta Bentz. Nacida en el año 1873, Bentz fue una inventora y emprendedora de origen alemán que desarrolló el filtro de café en el año 1908.
Todo ocurrió cuando una mañana estaba bebiendo café y cansada de que se llenara de grumos y de que no se limpiara bien intentando colarlo con bolsas de lino decidió adoptar una nueva herramienta para filtrar esta bebida. Probó varios métodos y finalmente utilizó un papel secante de un libro. Melitta Bentz comprobó que el sabor era menos amargo y que dejaba menos posos, por lo que se dispuso a montar un negocio para desarrollar su invento. Esta emprendedora alemana patentó los filtros que revolucionaron el consumo de café en todo el mundo.
Sin duda, una de las mujeres que más contribuyeron a la medicina fue Letitia Mumford Geer tras crear la jeringa médica de una sola mano; base de las jeringas modernas que se utilizan en la actualidad.
Frente a las técnicas tradicionales rudimentarias, esta mujer originaria de Nueva York (EE.UU) presentó en 1896 una solicitud de patente que fue concedida tres años más tarde describiéndola como una jeringa que permitía la sujeción con una sola mano.
Como recogen en National Geographic, el texto de la patente número 662.848 señalaba lo siguiente: «Que se sepa que Letitia Mumford Geer; ciudadana de Estados Unidos, residente en el número 303 de la calle 114 este; ciudad de Nueva York, condado de Nueva York, en el estado de Nueva York, ha inventado una nueva y útil mejora en las jeringas».
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