Hunter Biden, el hijo de Joe Biden, siempre ha sido uno de los talones de Aquiles del actual presidente de los Estados Unidos. Cualquier información suya ha sido utilizada, sobre todo por Donald Trump, para dañar la imagen de su padre.
El polémico segundo hijo del comandante en jefe publicará esta semana su biografía, que ha sido bautizada como Cosas preciosas . En ella se desahoga y narra numerosos episodios sórdidos que han salpicado, sin querer, a Joe Biden.
Es ampliamente conocido que Hunter Biden ha tenido problemas de adicciones a las drogas y al alcohol, acentuadas tras la muerte de Beau Biden, su hermano mayor, en 2015. En su libro, Hunter no rehuye de ellos y se explaya con todo tipo de detalles.
Así lo ha hecho saber en una entrevista en la CNN en la que presentaba su biografía. En este sentido, Hunter Biden ha confesado que para sobrellevar su mono l legó a fumar queso parmesano porque se parecía mucho al crack.
”Pasé más tiempo de manos y rodillas buscando en las alfombras, fumando cualquier cosa que se pareciera remotamente al crack”, explicó el segundo hijo del presidente Biden, que tuvo que intervenir para ayudar a su hijo.
Al parecer, según el relato de Hunter, el actual comandante en jefe de los Estados Unidos se libró de sus escoltas para poderle ayudar en persona. Desde entonces, hablan “al menos cada noche”.
En este sentido, Hunter también aseguró que su padre, pese a su obligaciones y responsabilidades, siempre tiene un hueco reservado para poder llamar a sus nietos.
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