Estudiar chino, mecánica cuántica o leer libros del astrofísico Stephen Hawking de su científico favorito, son algunos de los pasatiempos de Adela Poteri, una joven de 13 años muy superdotada.
A diferencia de los adolescentes de su edad, que les gusta salir de compra, mirar series de TV o realizar actividades con amigos, a Poteri le apasionan aprender idiomas.
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Una joven superdotada
Aprendió a leer a los cuatro años y a los cinco ya le pedía a su madre libros de Hawking sobre el universo.
La joven se saltó cuatro años seguidos de la escuela. Ahora le brillan los ojos cuando camina por el edificio central universitario, donde se siente a gusto entre sus compañeros, mucho más mayores que ella.
Le gustaría rendir los exámenes del bachillerato alemán, pero en el estado federado de Baja Sajonia esto requiere una fase de cualificación de dos años, que comienza después de las vacaciones del verano europeo.
De forma paralela a la escuela superior, la adolescente está matriculada como estudiante junior de matemáticas desde el semestre de invierno 2022/2023.
Ya aprobó el examen de la materia Análisis 1, ahora le sigue Estocástica.
Los certificados pueden llegar más tarde, pero mientras tanto, Adela quiere estudiar matemática y física, escribir un doctorado sobre ambos temas y formarse como piloto.
"Hace nueve años decidí que seré astronauta", explica.
Muy inteligente
Adela Poteri es superdotada y, según señalan los expertos, más inteligente que la mayoría de la población.
Se considera superdotado a quien posee un coeficiente intelectual de 130 o más, según Mensa, la mayor red de superdotados de Alemania.
Alrededor del 2,2 % de la población alemana alcanza este nivel.
Hay unos 300.000 alumnos superdotados en el país, explica Sabrina Henning, vicepresidenta de la sociedad alemana para niños superdotados.
De esa cifra, unos 11.000 pueden clasificarse como altamente superdotados, porque tienen un coeficiente intelectual superior a 145.
Otras pasiones
Someter a niños superdotados a muy baja exigencia en la escuela puede resultarles muy estresante e incluso puede enfermarlos.
"El aburrimiento es una tortura. Estos niños viven como una tortura la jornada escolar", detalla Henning.
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Adela es feliz cuando su agenda, que administra en su tableta, está llena de actividades.
Sus padres le financian clases en línea de idiomas, entre ellos chino, coreano, montenegrino -la lengua materna de su madre- y bosnio -la lengua materna de su padre-.
La joven también toca el piano, el saxofón y la guitarra y le gusta cantar y dibujar.
"Salgo a correr con mi padre varias veces a la semana", dijo.
Dos veces al año se reúne con Klaus Urban, un profesor de psicopedagogía especial en la Universidad de Hannover, donde desde los años 70 investiga sobre personas superdotadas.
"Adela tiene un coeficiente intelectual (IQ) muy alto, que también poseen otras personas. Además, tiene un enorme afán de conocimiento, una enorme curiosidad", dice el científico.
Destacó que la adolescente de 13 años es muy disciplinada a la hora de aprender.
"Es muy estructurada y orientada a objetivos. Al mismo tiempo, su simpatía, su calidez y su lado social son bastante notables", señaló Urban.
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Con información de DPA.
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