Empresarios rusos de gran envergadura, que nacieron y vivieron durante toda su vida en Rusia; han solicitado a la reputada revista Forbes que no los catalogue como «rusos», por considerar que llamarlos por sus nacionalidades les daña la imagen.
Además, llamarlos rusos; según se desprende de estas inusuales peticiones, les acarrea mas sanciones de las ya impuestas tras la operación militar que su país labra en contra de Ucrania desde el pasado 24 de febrero.
La propia revista Forbes, especializada en negocios y finanzas de carácter global y especificando a los hombres y mujeres con mayor poder económico en todo el mundo; ha dicho que estas apelaciones se reciben año tras año por parte de adinerados rusos, pero que las solicitudes se ha acrecentado en los últimos meses con el inicio de la guerra en Ucrania.
Entre los que no quieren que su imagen pública se vincule a Rusia se encuentran Yevgeny Shvidler, socio del multimillonario Roman Abramovich y el director de la empresa de inversiones Millhouse, Nikolay Storonsky; quien también es cofundador de la empresa de tecnología Revolut.
A su vez, Pavel Durov, fundador de la La red social rusa VKontakte, similar a Facebook, y la aplicación de mensajería Telegram.
Este sería otro de los magnates rusos que solicitaron no se les llame por su nacionalidad.
Los hermanos Igor y Dmitry Bukhman, quienes en 2004 fundaron el desarrollador de juegos móviles Playrix en Vologda, también pidieron no ser llamados empresarios rusos.
Volviendo a Storonsky, éste hizo una solicitud similar a la revista Forbes, junto con Leonard Blavatnik, nacido en la URSS, y quien es la vigésima persona más rica del mundo, según la propia Forbes.
Forbes procesa solicitudes diarias
Yuri Milner, a quien Forbes llama: «el inversor en tecnología más influyente de Rusia», también pidió a la revista que no mencionara sus orígenes.
Los empresarios que apelaron a la revista señalaron que a pesar de haber nacido y crecido en Rusia, desde entonces se mudaron fuera del país junto con sus negocios y oficialmente ya no son ciudadanos rusos.
En algunos llamamientos enviados a Forbes, muchos también afirmaron que nunca se habían reunido con el presidente ruso, Vladimir Putin, y que no deberían ser referidos como «oligarcas rusos»; tal como le llaman en múltiples ocasiones.
La etiqueta se ha vuelto más temida que nunca, después de que las naciones occidentales, incluidos los Estados Unidos, el Reino Unido y algunos estados miembros de la Unión Europea; aplicaran sanciones económicas a numerosos empresarios rusos.
Acciones que responde a supuestas conexiones con el gobierno ruso y la financiación de la operación militar en Ucrania.
Bajo las sanciones, a algunos incluso se les ha prohibido ingresar a países occidentales, sus activos han sido congelados y sus propiedades incautadas.
El gobierno de Moscú, ha criticado las medidas por supuesto; argumentando que se trata de un robo descarado de recursos propios a sus ciudadanos en el mundo.
Con información de www.rt.com
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