La historia de una mujer de California (Estados Unidos) se viralizó luego de que esta trajera a la vida a su propia nieta. Kristi Schmidt, de 52 años de edad, se ofreció como madre sustituta para llevar en su vientre al bebé de su hija.
“Orgullosamente les presentamos a nuestra sustituta: ¡Mi mamá! No hay nadie en quien confiaría más para llevar a nuestro hijo en su vientre, que en mi propia madre", publicó Heidi Lampros en sus redes sociales, informó el medio Clarín.
Luego de que Lampros, una joven fotógrafa de California, realizara la publicación, su historia recorrió el mundo rápidamente.
Kristi Schmidt tenía 24 años cuando tuvo a su primogénito Jacob, el hermano de Heidi. "Tuve dos embarazos muy buenos, y me recuperé sin problemas, y por eso ver a mi hija Heidi y a su esposo John luchar por concebir durante cuatro años fue desgarrador", relató la mujer.
Ahora, Schmidt tiene 54 años, y fue testigo de la dolorosa pérdida que su hija. "En 2020 finalmente lo lograron, y lloré de alegría al saber que estaba embarazada de gemelos. Pero nos duró muy poco, porque los médicos descubrieron que Heidi tenía útero didelfo", explicó la mujer.
Se trata de una condición causada por la presencia de dos úteros, y en cada uno albergaba un bebé.
“Solo le ocurre a una de cada tres millones de personas, y todo iba bien hasta que a las 10 semanas, Heidi perdió a uno de sus bebés, y a las 24 semanas a su otro pequeño”.
Tras la tragedia, su hija le comentó que los médicos le recomendaron no volver a quedar embarazada.
Posteriormente, descubrieron que la fertilización asistida con gestación subrogada era el mejor paso para ellos. “¿Qué lugar es más seguro para tu bebé que el vientre de su abuela?", preguntó Schmidt, tras conocer la alternativa.
"Yo estaba en forma, sana y, además, jubilada, así que con todo el tiempo del mundo", contó.
Tras conversar con Ray, el padre de Heidi, y él la apoyó en la decisión.
"La edad límite para las gestantes subrogadas suele ser de 35 años donde vivimos, pero me hice todos los estudios médicos y nos dijo que mi útero estaba en perfectas condiciones para implantar un embrión de Heidi y su esposo John", relató.
Nueve días después, la prueba de embarazo dio positiva. "No había estado embarazada en 28 años, pero celebré el cansancio y las náuseas matutinas porque eran señales de que todo iba bien”, describió.
“Mi esposo bromeaba con la gente. Decía 'Mi esposa está embarazada, pero no de mí, el bebé no es mío', y ante la mirada atónita de los desconocidos les aclaraba: '¡Está embarazada de nuestro nieto!'", contó la docente.
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