Trabajar o estudiar en una mesa limpia y ordenada nos impulsa a comer sano, nos vuelve más generosos y caritativos, y también nos empuja a comportarnos de manera más convencional. Pero una mesa desordenada también ofrece interesantes ventajas, ya que estimula el pensamiento creativo y la generación de nuevas ideas.
Es la conclusión a la que han llegado Kathleen Vohs y sus colegas de la Universidad de Minnesota (EE UU). Tal y como exponen en un artículo dado a conocer en el último número de la revista Psychological Science, sus estudios sobre cómo el orden y el desorden externos afectan al comportamiento podrían extrapolarse a otros escenarios, incluido nuestro coche, el lugar donde trabajmos, el dormitorio o incluso los espacios públicos de una ciudad./MuyInteresante
Martes 6/8/2013