AP
Las autoridades de una planta de cacahuate en Georgia demoraron cinco días para revelar que exámenes de laboratorio hallaron salmonela en algunos de sus productos, a pesar de repetidos cuestionamientos de inspectores que buscaban a toda costa encontrar la fuente de un brote letal en el país, testificó un investigador federal.
Inspectores de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) llegaron a la planta de Peanut Corp. of America en el poblado rural de Blakely el 9 de enero de 2009, después de que el origen de contenedores con mantequilla de maní contaminada con salmonela fue rastreado hasta la fábrica.
Ahora el ex propietario de la empresa y otros dos individuos están sometidos a juicio en el Tribunal Federal de Distrito, un inusual ejemplo de funcionarios y trabajadores corporativos siendo enjuiciados en un caso de envenenamiento con alimentos.
Bob Neligan, investigador de seguridad de los alimentos para la FDA, dijo al jurado el jueves que el gerente de la planta les dijo a los inspectores durante el primer día de éstos en la fábrica que la única vez que se había detectado salmonela en las pruebas de laboratorio de rutina a productos de la compañía había resultado ser un falso positivo. El mismo gerente, Samuel Lightsey, modificó su historia unos días después, agregó.
"No fue sino hasta el quinto día en que el señor Lightsey reveló que había habido tres positivos por salmonela, y eso habría sido en el último año o algo así", dijo Neligan. "Habíamos preguntado eso continuamente desde el primer día".
Para fines de enero, después de que la FDA tomó la inusual medida de emitirle a Peanut Corp. una orden obligatoria de entregar registros de los últimos dos años, los inspectores hallaron que las pruebas de laboratorio habían confirmado la presencia de salmonela en 12 lotes de cacahuates molidos, pasta de maní y mantequilla de cacahuate producidos en la planta de Georgia desde 2007.
Dijo que la mayoría de las compañías vinculadas con enfermedades transmitidas en los alimentos entregan voluntariamente "la mayor cantidad de registros que pueden para solucionar el asunto rápidamente".
Neligan indicó que, entre los funcionarios de la compañía que preguntaron sobre la salmonela antes de que las pruebas fueran dadas a conocer, estaban Stewart Parnell, propietario y presidente de Peanut Corp., así como Mary Wilkerson, gerente de control de calidad. Parnell enfrenta cargos de enviar alimentos contaminados a clientes y encubrir pruebas de laboratorio positivas por salmonela, al igual que su hermano, Michael Parnell, especialista en mercadotecnia de alimentos.
Stewart Parnell y Wilkerson también están acusados de obstrucción de la justicia al retener información a los investigadores. Los cargos de asociación delictuosa y obstrucción en contra de los demandados en una acusación formal de 76 cargos presentada el año pasado conllevan cada uno una sentencia máxima de 20 años de cárcel.
La inspección de la FDA derivó en el cierre de la planta de Georgia y posteriormente Peanut Corp. quebró. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades hallaron que 714 personas se infectaron en 46 estados, y nueve murieron.
2014-08-07