Victoria Guevara B. / @VictoriaGv13
Joanna y Jacqueline Pollock, dos niñas de 11 y 6 años fallecieron durante un accidente automovilístico al ser atropelladas cerca de la acera. La madre de las pequeñas quedó embarazada después de un año del trágico suceso, el padre aseguró que tendría dos niñas pero el doctor decía que solo había un bebé.
Al momento del nacimiento dos niñas llegaron a este mundo, cada una de ellas tenía una marca que la identificaba con las niñas que había muerto, una de las bebes tenía, encima de la ceja derecha, una cicatriz idéntica a la que tenía su hija Jacqueline que lo tuvo al caerse cuando tenía tres años; y la otra niña a su vez tenía un lunar del tamaño del pulgar que llevaba en el mismo lugar que lo tenía su segunda hija fallecida.
Las niñas fueron capaces de reconocer la escuela en donde estudiaban y en dónde quedaba el parque, además al cumplir cuatro años, el papá le dio los juguetes antiguos de sus hijas muertas. Lo sorprendente es que cada una de ella identificó que juguete le pertenecía a cada una, además le pusieron los mismo nombres a las muñecas que tenían cuando las usaban las hermanas fallecidas.
2015-05-08