Alvaro Rodríguez Bravo
En la proclamación de Don Felipe VI, Francisco Nicolás Gómez Iglesias, un joven de 20 años logró colarse en el magno evento haciéndose pasar como un enlace importante del gobierno español.
Asesor de Moncloa, dirigente del PP, hasta agente del CNI, eran los títulos con los que se presentaba este astuto muchacho. Aunque la gracia finalmente se le convirtió en morisqueta, al pedir 25.000 Euros a un empresario para la venta de un inmueble.
Al joven se le acusó de estafa y falta identidad de un alto cargo, finalmente fue puesto en libertad bajo fianza.