Hace poco unos científicos pusieron a prueba un experimento usando abejas para valorar su grado de empatía entre ellas.
El experimento consistió en simular un ataque de un tejón en su colmena con el fin de hacer molestar a las abejas.
Los científicos mezclaron un par de soluciones de dos productos químicos diferentes: la octanona, olor que las abejas asociaban con una golosina y hexanol, cuyo aroma relacionaban con un desagradable sabor amargo.
El resultado de esta investigación mostró como las abejas mostraban su pesimismo y más propensas a reaccionar ante el olor desagradable del hexanol, al contrario que les ocurrió a aquellas que no estaban incomodas.
Realizaron también otro ensayo similar con moscas de fruta que padecen hambre, los científicos trataron de inducir miedo proyectando una sombra sobre ellos con el fin de imitar la presencia de un depredador según información de Quo.es.
Según información de esta página cuando el falso atacante fue mostrado y posteriormente retirado, las moscas, hambrientas pero también estresadas ignoraron su comida hasta pasados varios minutos.
Esto deja como resultado final para los investigadores que una emoción afectó su comportamiento, incluso después de que el estímulo había sido anulado.
2015-07-06