La energía necesaria para tocar batería durante un concierto de rock es similar a la que utiliza un atleta de élite. ¿Te interesa bajar de peso? Tal vez el mejor ejercicio aeróbico para ti sea la música.
Una broma cruel dice que los bateristas son las mascotas de los músicos; se dice esto porque se asume que la notación musical para percusión, así como la interpretación misma de la batería, son cosas menos prestigiosas o demandantes que otros instrumentos. Y aunque no se puede disolver fácilmente esa antaña discusión, un nuevo estudio nos descubre otra virtud de los bateristas que tiene que ver más con el cuerpo y la condición física que con la música propiamente.
Clem Burke, el legendario baterista de Blondie, participó en un experimento dirigido por el doctor Marcus Smith de la Universidad de Chichester, Inglaterra, en el departamento de medicina deportiva. En él, Burke interpretó una rutina de canciones durante 90 minutos (el tiempo de un concierto promedio), durante los cuáles se estimó que el baterista quemó entre 400 y 600 calorías.
El estudio estima que esta es la misma cantidad de calorías que quema en una hora un futbolista profesional; a manera de parámetro o contraste, un trabajador de oficia quema tan sólo unas 100 calorías cada hora en sus actividades normales. Más que encumbrar las capacidades físicas de los bateristas, el estudio buscará desarrollar nuevos programas para ayudar a los niños a bajar de peso y combatir la obesidad, además de crear programas de nutrición acordes a las necesidades físicas de los músicos.
Aunque, la verdad sea dicha, los bateristas quedan en el estudio en el nivel de rendimiento físico de atletas: Smith y los investigadores midieron el ritmo cardiaco y consumo de oxígeno de Burke, a la vez que los niveles de ácido láctico en la sangre. El ritmo cardiaco de Burke se mantuvo entre 140 y 150 latidos por minuto, pudiendo aumentar hasta 190, un nivel semejante, según los expertos, al de los deportistas profesionales.
Pero a diferencia de un futbolista (quien puede sostener el ritmo cardiaco a 190 latidos por minuto durante 90 minutos, un par de veces por semana, es decir, por partido), un baterista debe sostener este nivel de desgaste físico varias noches a la semana, en ocasiones en un país diferente cada noche, aunado a una alimentación y costumbres cotidianas que las leyendas afirman muy diferentes a las de los deportistas de élite.
Smith afirma que se espera que un futbolista de la liga Premier inglesa juegue unos 40 o 50 partidos al año, mientras que Burke ha llegado a tocar sets de 90 minutos en hasta 100 conciertos durante un año. Para un futbolista “un partido cada dos semanas es agotador, pero estos músicos tienen ese rendimiento todos los días durante una gira.
Si les parece increíble que un baterista gaste tanta o más energía que un futbolista, tal vez deban ver esta interpretación de uno de los mejores bateristas de todos los tiempos, el señor Buddy Rich, quien se estima gastó 345,670 calorías durante los siguientes 7 minutos y fracción (la leyenda dice que Rich sufrió un infarto en 1982, en pleno solo; ¿qué hizo?, siguió tocando, terminó y fue al hospital):
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