Victoria Guevara B. / @VictoriaGv13
Los médicos del Hospital de Surrey fueron los encargado de atender a Mhaira, una joven había roto fuente con apenas 20 semanas de gestación.“No le veían todavía como un niño, sólo lo llamaban ‘feto no viable’. Era muy frío y estaba devastada” acotó la primeriza.
La idea era realizar un aborto pero los padres del pequeño Jett, decidieron cuidar del recién nacido. Los médico les advirtieron que su hijo tendría problemas a nivel cerebral y que seguramente moriría al nacer.
“Entiendo que los médicos tienen que decirte el peor de los casos y deben ser duros, pero no hay dos personas en este planeta que sean exactamente iguales y los médicos no dieron ni una oportunidad a Jett” dijo el padre.
El pequeño ha ido en contra de todo pronóstico y cumplió ya un año de vida, luego de pasar sus primeros tres meses en una incubadora.
2015-04-15