César Arnetta / @cesararnetta
Alistair Campbell, reside en Nueva Zelanda y es padre de Charlotte Campbell, decidió tatuarse un implante auditivo en conmemoración a su hija que posee un sistema para combatir la sordera.
Alistair se rapó la cabeza y se marco el tatuaje dos días antes de que le pusieran el segundo implante a su hija. Todo esto lo hizo para que su niña no se sintiera rara. Charlotte, actualmente con 6 años, al ver el tatuaje de su padre le dijo que era “cool”.
Los padres de Charlotte descubrieron que estaba muy delicada del oído izquierdo y que padecía de problemas de transmisión de sonido entre el oído derecho y el cerebro. La niña tuvo su primer implante coclear a los cuatro años. Con información de Planeta Curioso.
2015-08-07