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La cadena más grande de tiendas de abarrotes de Estados Unidos ingresó el martes al mercado de entregas en vehículos autónomos, al llevar leche, huevos y otros productos hasta la casa de un cliente en un automóvil que no conducía nadie.
Aunque el servicio es limitado a un radio de 1,6 kilómetros (una milla) de distancia de un supermercado de Arizona propiedad de Kroger Co., el suceso representa el más reciente paso para las industrias que intentan reducir sus costos de entrega de artículos diarios y para aquellos que promueven la presencia de vehículos autónomos en caminos públicos.
La entrega del martes llegó a la vivienda de Shannon Baggett en Scottsdale, un suburbio de Phoenix. Ella ya recibía entregas semanales en vehículos de conducción autónoma con una persona al volante desarrollados por la compañía Nuro, que inició sus servicios en agosto. Dijo que fue algo surrealista no ver a nadie en el vehículo en el que se le entregó leche, huevos y fresas.
“Fue genial verlo llegar. Es mucho más pequeño de lo que creí”, dijo Baggett. “Le dije a mi esposo: ‘un robot nos trajo los víveres’”.
Pero el lanzamiento del martes también puso de relieve los muchos desafíos que aún enfrentan los vehículos autónomos. Uno de los autos compactos no tuvo el desempeño planeado durante la demostración de prensa debido a una falla en la batería, por lo que varios hombres tuvieron que empujarlo por la rampa de un camión.
Kroger y Nuro, con sede en Mountain View, California, anunciaron el martes que entregarían víveres en el área de Scottsdale utilizando un vehículo autónomo de nombre R1, que no cuenta con volante ni asientos para pasajeros.
Nuro sumará dos unidades R1 sin conductor a su flotilla de vehículos autónomos con conductor al volante para la entrega de víveres, dijo Dave Ferguson, presidente y cofundador de Nuro.
Cuando sea requerido, el R1 se trasladará dentro del radio de 1,6 kilómetros de la tienda Fry’s Food ubicada justo al este del zoológico de Phoenix, a una velocidad de hasta 40 km/h (25 mph) en zonas residenciales, pero no circulará por avenidas principales ni autopistas, según Pam Giannonatti, directora de asuntos corporativos de la división Fry’s de Kroger, con sede en Cincinnati.
Los clientes realizan una orden a través de su teléfono o computadora y reciben un mensaje de texto cuando los víveres vayan en camino. Un nuevo mensaje les avisará una vez que el pedido esté frente a la acera. Una vez que el vehículo llega, el cliente recibirá un código para abrir las puertas, dijo Giannonatti.
Los consumidores pagarán una tarifa de 5,95 dólares y pueden hacer pedidos para ese mismo día o con un día de anticipación.
2018-12-19
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