Un deepfake es un video, una imagen o un audio generado que imita la apariencia y el sonido de una persona.
Son tan convincentes a la hora de imitar lo real que pueden engañar tanto a las personas como a los algoritmos.
Lee también: Desvelando la amenaza: cómo la inteligencia artificial impacta en la ciberseguridad
Deepfake afecta a las mujeres
El deepfake afecta principalmente a las mujeres.
Según el estudio de la firma de soluciones de seguridad Home Security Heroes de 2023, la manipulación de contenidos audiovisuales protagonizado por mujeres supone el 77% del contenido presente en webs y canales de YouTube, Vimeo y Dailymotion especializados, cifra que asciende al 99% de los casos en el deepfake pornográfico.
Las figuras públicas, además, tienen mayor probabilidad de ser víctimas de este tipo de manipulaciones, dada la visibilidad que tienen ante el público y la cantidad de imágenes disponibles de ellas.
Por profesiones, son las cantantes (58%) y las actrices (33%) las que más deepfakes protagonizan.
La manipulación de imágenes con herramientas de inteligencia artificial no es nueva, y de hecho el informe sitúa la evolución en 2014, con la aparición de las redes generativas antagónicas o adversiales (GAN), que se se pueden usar para generar imágenes sintéticas con gran realismo.
Los avances en esta tecnología en los últimos años han permitido ampliar sus capacidades, e incluso introducirla en servicios más asequibles y fáciles de usar, lo que extendió el uso entre usuarios que no necesitan tener un conocimiento especializado para usarlas.
Lee también: Dron japonés levanta una carga récord con un cable (+Video)
Campañas
En 2017, por ejemplo, se conoció la existencia de una campaña que difundía vídeos pornográficos supuestamente protagonizados por personajes públicos, generalmente de mujeres, que resultaron ser falsos: los rostros los manipularon para que mostraran el de actrices y cantantes como Gal Gadot, Taylor Swift o Scarlett Johansson, sin su consentimiento.
Más recientemente, y en relación al fácil acceso a esta tecnología, se puede mencionar el caso de los falsos desnudos de niñas y adolescentes menores de edad que se conocieron en septiembre del año pasado en Almendralejo (Extremadura), realizados y compartidos por varios chicos menores de la localidad.
El deepfake difumina los límites entre la realidad y la ficción al transformar con gran realismo la apariencia y la voz de las personas, lo que plantea cuestiones sobre la veracidad de lo que se está viendo, con la capacidad para dañar la imagen de aquellos a los que ha suplantado.
Lee también: Avance científico: Crean robot impulsado por tejido muscular
Con información de DPA.
Visite nuestra sección de Curiosidades
Con información de DPA.
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online
También el canal de 2001online en WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029Va9CHS8EwEk0SygEv72q