Günter Euringer, se convirtió en la imagen de Kinder en 1973, justo cinco años después de lanzarse la marca al mercado, hasta 2005.
El rostro de este alemán se hizo conocido en todo el mundo, pero él renegó de su pasado durante su juventud.
Apenas tenía 10 años cuando prestó su cara para la famosa marca de chocolatinas, por lo que esta colaboración le dejó marcado toda su vida su vida.
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Euringer fue el niño de Kinder durante más de tres décadas, por lo que su popularidad marcó toda una era. La imagen en la caja fue cambiando gracias a los ajustes de la empresa, que quería mantener su presencia fresca en las mentes de los consumidores.
En este tiempo, la vida de Euringer fue totalmente desconocida para la población. Sin embargo, en 2005, él decidió escribir un libro sobre su experiencia.
En el libro “Das Kind der Schokolade”, Günter Euringer admitió que durante la adolescencia renegó de su pasado. De hecho, llegó a sentir vergüenza por su apariencia física.
El alemán también dijo que, contra todo pronóstico, no era muy fan de las conocidas barritas.
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En su escrito, Euringer también reveló cuánto cobró por ser la imagen de Kinder. El alemán afirma que obtuvo 300 marcos alemanes en dos partes, unos 150 euros, por su trabajo con la icónica marca, reseña La Vanguardia.
Estas confesiones llevaron a la marca a cambiar de imagen, algo que notaron enseguida los consumidores.
Por ello, muchos ciudadanos pidieron a Kinder que Günter Euringer volviera. Y lo consiguieron, pero no de la forma que esperaban. El rostro del alemán sirvió para un lanzamiento especial de la marca.
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