Carlos Herrera cuida las apariencias. Lo hace cuando segundos después de terminar una práctica se adentra en el clubhouse de Guerreros de Lara para acicalarse como preparación a un encuentro, y también cuando ingresa al cajón de bateo, desde dónde ha sido una de las mayores atracciones luego de las tres primeras semanas de temporada en la Liga Mayor de Béisbol Profesional.
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Herrera se ha convertido en una amenaza constante para los lanzadores rivales el último año.
El ruedo anterior lideró a la ofensiva bélica en jonrones (6) y compartió el de carreras empujadas (23) con Javier Valdez, por lo que esa habilidad con el madero, que le ha hecho conectar hits en cada uno de los 13 encuentros disputados en el presente certamen -hasta antes de la jornada del martes- no es una sorpresa para nadie.
“Mi pensamiento siempre ha sido trabajar. Cuando trabajas duro todos los días, llega el éxito”, afirmó el caraqueño de 26 años de edad a LMBP.net, minutos antes del duelo contra Centauros de La Guaira, el fin de semana en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia.
“El enfoque ha sido buscar pitcheos en la zona, que yo me sienta cómodo para manejar, y me ha dado resultado hasta el momento”.
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Carlos Herrera anda imparable
La frenética racha de desafíos con imparable, incluye seis multihits, entre ellos uno de cuatro indiscutibles el 18 de mayo frente a Senadores de Caracas, y otro de tres, ante Caciques de Distrito el 24 de mayo.
“A Carlitos lo estoy viendo ahora, sé que en el pasado ha sido un buen bateador, así que no me sorprende nada de lo que está haciendo”.
Así lo mencionó el mánager César Izturis, quien tuvo la oportunidad de observar a Herrera desde la reciente contienda de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, cuando el técnico fue coach de control de calidad de Cardenales de Lara y el camarero vio acción con Águilas del Zulia.
“Con el Zulia lo hizo, en el invierno pasado le vi buenos turnos. Él se prepara muy bien todos los días y eso es muy importante para cualquier atleta, especialmente para un bateador como él. Tiene conocimiento de dónde y cómo quiere trabajar”.
Con los rapaces, el capitalino tuvo la mejor actuación en cinco zafras de experiencia en la LVBP, al compilar línea ofensiva de .320/ .340/ .381 con 15 anotadas y 13 fletadas en 97 turnos, divididos en 33 careos.
Unos Guerreros que dan batalla
Ahora, en la LMBP, no sólo ha mantenido la tendencia, sino que en las primeras de cambio la ha potenciado. Un resultado que el jugador de cuadro buscó.
“Este último año me he mantenido enfocado en darle (a la bola) más hacia el medio del terreno”, explicó Herrera.
“Antes yo era un tipo de pelotero que pulleaba (halaba) mucho, y ahora me estoy enfocando en dirigirla hacia el shortstop y la mitad del campo”.
De hecho, las estadísticas le respaldan. El 20 % de las conexiones en el curso 2022-2023 del circuito de invierno fueron hacia el jardín izquierdo (banda contraria), 8 % más que el mostrado en la 2020-2021, cuando participó en 23 desafíos con Tiburones de La Guaira.
Esa evolución en el plato le ha erigido como una de las figuras visibles de Guerreros, donde su voz cada vez gana mayor peso, en un equipo que quiere trascender como nunca antes.
“Tenemos mucho talento, tanto de veteranos, como también de jóvenes”, mencionó Herrera, cuando comparó el plantel para este inicio de ruedo, con el del 2022.
“Hay peloteros con muchas herramientas, jugamos como una familia y eso es lo que hace un equipo ganador”.
Con información de Prensa Liga Mayor de Beisbol Profesional – LMBP
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